Diseño Industrial: los primeros egresados en la virtualidad contaron su experiencia
La Voz de San Justo
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Juan Pablo, Macarena y Tomás, flamantes egresados del Cres.
La pandemia del Covid-19 ha transformado la forma de vivir, comunicarse, estudiar y recibirse. En este contexto, el nivel universitario viró por completo hacia la virtualidad, supo adaptarse y lo sigue haciendo. Esto hizo posible que muchos estudiantes finalizaran su carrera de grado.
Un caso testigo es el de Juan Pablo Genero, Macarena Garay y Tomás Bonis. Bajo la modalidad virtual, los tres acaban de egresar de la carrera de Diseño Industrial que cursaron en el Centro Regional de Educación Superior (Cres) San Francisco que depende de la Universidad Nacional de Villa María (Unvm).
No concurrir a clases de manera presencial no fue impedimento para que estos jóvenes decidan encarar su Trabajo Final de Grado (TFG) y así lograr el ansiado título y con un plus: la máxima calificación, un 10 que fue además acompañada por una cálida felicitación del tribunal evaluador.
Si bien anteriormente la carrera ya contaba con 18 estudiantes que habían egresado, estos tres estudiantes fueron los primeros que rindieron el TFG bajo la modalidad virtual.
Juan Pablo Genero es oriundo de San Francisco mientras que Macarena es de Porteña y Tomás, de Las Varillas.
El tema del TFG de estos flamantes profesionales giró en torno al desarrollo de un sistema de control de humedad de los silos bolsas. El tribunal evaluador estuvo integrado por los docentes Sebastián Dovis, Ignacio Castello y Lucio García quien además fue acompañando y asesorando a los tres egresados en el proceso de elaboración del trabajo final.
Mientras que una pantalla separaba a los estudiantes del tribunal evaluador, los tres expositores, a su turno, desarrollaron de una manera detallada cada uno de los aspectos del trabajo para el cual se habían preparado desde que pisaron por primera vez las instalaciones del Cres.
Además de la presencia del tribunal evaluador, a través de la plataforma Meet más de 80 personas se habían congregado para seguir el desarrollo de la exposición de la tesis.
«Fue una linda experiencia»
Todavía sin salir del asombro que implica saber que ya es un profesional en los suyo, Juan Pablo reconoció que «no queríamos ponernos nerviosos para no cometer errores» durante la disertación ante el tribunal evaluador, aunque luego terminó comprobando que «fue una linda experiencia».
«Todo salió como lo habíamos planeado», comentó con mucha tranquilidad ya que «nos habíamos armado diferentes intervenciones para hacer nuestra disertación más interactiva» que incluyó un vivo en Instagram que llegó a sorprender a los propios evaluadores.
Si bien en un primer momento el grupo empezó a trabajar en el trabajo para presentarlo bajo la modalidad presencial, luego se vieron obligados a cambiar de planes y con ello debieron ajustar algunos detalles.
«Nosotros habíamos comenzado a trabajar para una disertación presencial hasta que nos enteramos que se dictaba el confinamiento y ahí todo cambió. La fecha original para la presentación del TFG había sido fijada para el 28 de mayo y si bien se había programado para el 29 de junio, finalmente decidimos hacerlo de manera virtual y eso hizo que tengamos una semana para trabajar en modificaciones y pensar cómo queríamos comunicar el proyecto para que genere impacto además de que se entienda», le contó a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Entre los principales cambios, la incorporación de la transmisión en vivo de Instagram, según explicó, «generó un efecto muy bueno» así como también «hicimos historias con diferentes momentos de la entrega para que la gente, si quisiera, pueda compartirlas. La idea no era solamente poder comunicar nuestro proyecto al tribunal porque ya lo conocían, sino que, a través de la virtualidad, lo pueda entender cualquier persona que estuviera presenciando nuestra exposición».
Por su parte, Macarena rescató que en la virtualidad «pudimos llegar a muchas más personas con nuestro trabajo» a partir de que «la presentación (del trabajo) apuntaba a la interacción entre la gente que veía y lo que nosotros mostrábamos».
Las ventajas de la virtualidad
Incorporar el producto en la virtualidad a través de Instagram también fue un recurso destacado por la joven profesional: «Con esto pudimos trabajar durante dos horas con nuestro producto en las redes a través de un perfil propio. Esto nos permitió generar suspenso e incógnita sobre qué iba pasando mientras tanto porque nunca habíamos mostrado nada».
Esta característica permitió combinarse con la presentación a través de Meet «brindando otro enfoque desde ópticas diferentes y tomar distintos puntos de vista» de la temática abordada.
Macarena reconoció que la virtualidad «terminó favoreciéndonos» en la manera en la que presentaron su trabajo final porque «no se hubiera podido hacer algo así en la presencialidad».
«La presencialidad brinda un mayor contacto entre las personas y uno se siente más contenido, pero esto que logramos se hizo gracias a la virtualidad y nos quedamos más que conformes con el resultado», comentó.
Si bien reconoció que en su etapa de estudiante la virtualidad «complicó un poco» el desarrollo de la carrera ya que Diseño Industrial «tiene un alto componente práctico» que se modificó totalmente al tener que cambiar maquetas en formatos 3D por otras diseñadas en pantallas de computadoras.
«Diseño Industrial es una carrera muy práctica que desde el primer día nos pone en contacto con la gente, dibujando y haciendo cosas concretas y al tener que estar detrás de una pantalla se nos complicó al principio. Por suerte luego nos pudimos volver a juntar con todos los cuidados necesarios para llevar a cabo el trabajo final con excelente resultado».
«El grupo trabajó muy bien»
El tercer integrante del grupo, Tomás, se sumó a las palabras de sus compañeros para destacar la experiencia de presentar y aprobar su trabajo final en la virtualidad. «Más allá de los primeros inconvenientes, creo que el grupo trabajó muy bien», expresó y señaló que uno de los principales logros del trabajo fue «la difusión que tuvo por las redes sociales».
«Como diseñadores tenemos que estar en contacto con la gente y la virtualidad nos sirvió para aprender mucho. Esta manera de trabajar en conjunto nos sirvió mucho a todos», agregó el varillense.
Por una cuestión generacional, este grupo de estudiantes está muy familiarizado con el uso de las redes sociales y las nuevas tecnologías, por lo cual los tres reconocieron que «no fue para nada difícil» adaptarse a esta nueva universidad que impuso la pandemia.
«No fue difícil a la hora de utilizar estas herramientas que además nos sirvieron mucho para poder mostrar a más personas todo lo que veníamos plasmando en el proyecto», reiteró Tomás.
Por último, los flamantes egresados rescataron que más allá del 10 con el cual coronaron el final de su formación universitaria, «nos llegaron mucho las palabras de los profesores y de las personas que estuvieron presentes en la transmisión, brindándonos todo su apoyo. Ellos fueron muy importantes en nuestra formación profesional adquirida durante todos estos años. Por todo el trabajo realizado el resultado final fue más que merecido y estamos muy contentos».