Del total de 2.368 acreedores que tiene la empresa Vicentin hay 526 ubicados en la provincia de Córdoba, que ocupa el segundo lugar dentro de las perjudicadas por la otrora gigante de los alimentos, detrás de Santa Fe.
En total, la deuda con los acreedores privados (no bancos ni Estado) asciende a casi 100 mil millones de pesos.
Muchos de esos acreedores están ubicados en nuestra región. A raíz de la publicación de un mapa con los nombres y montos de cada acreedor que se dio a conocer en el medio santafesino Punto Biz, pudimos saber con certeza el impacto de las deudas de Vicentin en nuestra región.
Sólo en Villa María y Villa Nueva, donde hay cuatro empresas agrícolas a las que les compró granos (recordemos que Vicentin era una de las principales procesadoras de soja), hay acreencias por 163.864.082 pesos.
En Bell Ville, la cifra supera los 200 millones de pesos y hay otras localidades, como Hernando, La Playosa, Pozo del Molle, Arroyo Cabral, Oliva y James Craik, que también se vieron fuertemente perjudicadas.
Es dable mencionar que más allá del importante perjuicio económico sufrido tras la cesación de pagos de Vicentin, ocurrido en febrero de este año, ninguna de las empresas acreedoras trasladó la “pérdida” a los productores.
Las empresas
Villa María Cereales es la más perjudicada en Villa María. La empresa, ubicada sobre la ruta 9, tiene una acreencia de más de 115 millones de pesos. Le siguen Héctor A. Bertone con casi 26 millones de pesos, El Sol Agropecuaria SRL con casi 5,5 millones, Matías Puccio y Javier Ricardo Petry con algo más de siete millones y la villanovense GYM SRL, con 500 mil pesos.
La región no se queda atrás. Solo por caso, Pozo del Molle tiene acreencias por 31,5 millones de pesos. Están distribuidas en las siguientes empresas: Anselmo Lorenzo Meccia (1,8 millón), La Sirena SRL (más de 20 millones), Gustavo Enrique Mago (algo más de 53 mil pesos), GAC Maquinarias (680 mil pesos), María Margarita Melano (2,7 millones), Daniel Gustavo Miloc (casi 500 mil pesos), Turaglio Cereales SRL (casi 300 mil pesos), Las Dos MSA (2,3 millones), Mario Raúl Meccia (1,4 millón) y la Cooperativa Agropecuaria Pozo del Molle Limitada (500 mil pesos).
La localidad vecina, La Playosa, tiene un acreedor. Se trata de Gabriel Pérez, a quien le adeuda algo más de tres millones de pesos.
Otro acreedor certificado en la zona es la Cooperativa Agrícola Ganadera de Arroyo Cabral, con 275 mil pesos.
Otra de las localidades más afectadas por Vicentin es Morrison, donde la empresa quedó debiendo casi 6,5 millones de pesos en total.
Los acreedores individualizados en el mapa realizado en base a la lista certificada por la Justicia son: Ariel Ribero y Javier Francisco Mirats, con 2,5 millones; Miguel Angel Rantica, con 1,8 millón, y Galaro SA, con algo más de 400 mil pesos.
En James Craik, la agroalimentaria ahora intervenida quedó debiendo a la firma Claudio Pérez Cereales SA casi 30 millones de pesos.
En Oliva adeuda un total de 38 millones de pesos, distribuidos en Pablo José Giovanini (un millón), Acopiadora de Granos SA (casi 700 mil) y Cooperativa La Federación, que tiene la mayor parte de las acreencias en esa ciudad, con algo más de 36 millones.
Más localidades
En Hernando, Vicentin adeuda 137.880.241 pesos. La más conocida es La Vencedora, una cooperativa centenaria que acreditó una deuda por más de 45 millones de pesos. También está Géminis SRL (4,3 millones), Víctor José Costa (2,7 millones), Granar SRL (con más de 71 millones se convierte en la principal acreedora) y Ferrero y Asociados SRL (9,2 millones).
En Colazo afectó a la firma de Esteban José Gurlino con algo menos de 500 mil pesos y en Pampayasta a Juan José Oreste Rivata, con algo más de 500 mil pesos.
ACA protegió a sus cooperativas
Cuando la empresa entró en cesación de pagos, entrevistamos a Héctor Donato, referente de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), que es una de las principales acreedoras en el orden nacional de Vicentin.
Esto dijo Donato en su oportunidad: “Nosotros tenemos una afectación importante y, por supuesto, nos duele perder plata. Pero ACA está totalmente sólida, en el sentido de que a este trance lo podemos soportar bien porque no nos afecta el desenvolvimiento habitual. Se sabe que somos generadores de resultados y los resultados nos acompañan en los últimos 15 años y en este también. Igual, 90 millones de dólares, que son los que surgen de sumar el perjuicio a la Asociación y a las cooperativas adheridas, es mucha plata. ACA resolvió hacerse cargo, sin tener obligación, de la afectación que tengan las cooperativas adheridas, dado que entendemos que muchas, especialmente las más chicas, podrían correr algún riesgo.
Por eso te digo que podemos seguir operando normalmente, siendo solidarios con nuestras cooperativas y por supuesto, realizando todas las gestiones para cobrar. Esperamos recuperar algo de esos 90 millones de dólares”.
Le preguntamos cómo era posible tener esa “espalda” económica que evitó el quebranto de las cooperativas de nuestra zona: “Es porque nunca distrajimos del negocio agropecuario un solo peso para hacer otra cosa. Muchas empresas hacen inversiones en otro rubro en Argentina o en el exterior y cuando quiebran, te dicen que no tienen plata. Nosotros invertimos todo en el sector agropecuario dentro del país”.
Más allá de las polémicas
Una fuerte polémica se generó cuando el presidente Alberto Fernández anunció la intervención de Vicentin, una empresa que además de haber entrado en cesación de pagos perjudicando a acreedores del interior profundo, tomó créditos de la banca pública que no devolvió.
Más allá de la polémica que se generó y la resistencia en las localidades donde Vicentin tiene una trayectoria de 90 años, está claro que los propios dueños están acompañando la intervención.