A tres meses del crimen de Joaquín Sperani, el Ministerio de Educación de la provincia de Córdoba confirmó este miércoles que los directivos del colegio donde asistía la víctima fueron apartados.
La madre del menor asesinado había cuestionado el accionar de las autoridades del IPEM 278 Malvinas Argentinas por no haber dado aviso a la familia sobre la ausencia del adolescente de 13 años a clases cuando su bicicleta con la cual acudió a la escuela se encontraba frente a la misma durante horas sin que nadie lo advirtiera. El día del hecho, el amigo de Joaquín que confesó el asesinato, ingresó al colegio y salió con él hacia la vivienda donde lo mató. Además habían denunciado que el chico sufría bullying.
Según precisaron ayer voceros de la cartera de Educación provincial a La Nueva Mañana, se apartó al equipo directivo del colegio “para profundizar la investigación administrativa que lleva adelante el Ministerio” y “para garantizar el clima institucional”. Desde el martes está en funciones “un director organizador”, indicaron.
El asesinato ocurrió el pasado 29 de junio en la localidad cordobesa de Laboulaye. El 2 de julio Joaquín apareció muerto en una casa abandonada. El chico recibió 18 golpes en la cabeza realizados con un trozo de hierro y un pedazo de hormigón. A partir de las imágenes tomadas por cámaras de seguridad y de la propia confesión del homicida, se reconstruyó que el amigo lo llevó a la propiedad abandonada donde fue encontrado sin vida luego de tres días de búsqueda.
Desde entonces, el acusado se encuentra en el Complejo Esperanza donde fue sometido a diversas pericias psicológicas y psiquiátricas. Fuentes de la causa informaron a El Doce que se aguardan los informes que servirán para “detectar su estado psíquico” y anticiparon que los resultados podrían llegar mientras la causa está en manos de un juez que reemplaza a Sebastián Moro.
Mientras tanto surgió una nueva pista que incrimina al amigo de la víctima. En un allanamiento a la casa del homicida se encontró un oso de peluche que tenía adentro un papel oculto en el cual se lee el apellido Sperani, el nombre de otro niño y la frase “mamá pronto se olvidará de esto”. La familia de Joaquín cree que el otro adolescente podría haber sido la siguiente víctima.