Seis cordobeses se encuentran en Iquitos, una ciudad puerto que está a más de 1.000 kilómetros de Lima, Perú, en lo profundo de la selva amazónica. Como otros varados por la pandemia de coronavirus en medio mundo, no pueden hasta ahora regresar a su país de origen.

Se trata del equipo conformado por el director y guionista Hugo Emmanuel Figueroa, la productora María Gabriela Vera, el fotógrafo Fernando Cattaneo, el sonidista Pablo Picco, el asistente de dirección Santiago Ponti y María Gabriela Vera, de Tándem, quienes llevan adelante el filme Crónica Bárbara, tras el barco de Fitzcarraldo.  

Llegaron a Iquitos el 3 de marzo y luego de filmar en algunas locaciones previstas, entre ellas, en comunidades étnicas y en diferentes espacios representativos de la amazonia durante la época de la explotación del caucho, y escenarios en donde se filmó Fitzcarraldo, reconocida película del alemán Werner Herzog.

El 16 de marzo suspendieron las grabaciones por el aislamiento obligatorio ordenado, debido al coronavirus.

Al igual que la Argentina, Perú cerró sus fronteras y canceló los vuelos.

“Nos encontramos en una situación complicada, ya que se canceló nuestro pasaje de regreso a Argentina que era para el 14 de abril. Y hoy la Embajada se está encargando de los casos de personas que están con pasajes hasta el 30 de marzo, no somos prioridad”, expresó Hugo Figueroa.

 

Desde el lugar solo se puede salir vía aérea o fluvial, ya que no existen carreteras que la conecten con el resto del país.

Si bien lograron contactarse con la Agencia Córdoba Cultura y con el Polo Audiovisual de la Provincia, para gestionar la repatriación ante Cancillería y Embajada de ambos países,  “el problema son las medidas que toma el gobierno peruano, entendibles por la situación, y eso complica nuestro trabajo. Por el momento solo nos queda esperar”, dijo Figueroa.

En medio de la selva

Iquitos, conocida como la “capital de la amazonia peruana”, antiguamente fue junto a Manaos y Belém, en Brasil, el asiento de lo que se conoció como el área de “la fiebre del caucho”, por la explotación de la shiringa o el jebe que atrajeron grandes capitales extranjeros dando inicio a un período de crecimiento económico en la región.

En esa isla, rodeada de ríos como el Amazonas y Ucayali, se encuentra este equipo cordobés que pasa sus días en una casona de 1902, cumpliendo con “la cuarentena” y a la espera de ser repatriados.

“Además de sus dueñas somos las únicas personas que nos hospedamos aquí. El hotel fue gestionado desde el Ministerio de Cultura de Perú. Desde hace una semana, el Gobierno dio la orden de no hospedar más a ningún extranjero y los hoteles deben permanecer cerrados”, relató Figueroa.

A pesar de la compleja situación, aprovechan para filmar en el interior del hospedaje “un episodio inexistente en el guion, que se fue construyendo momento a momento durante los febriles días de la cuarentena”.

Si bien el gobierno argentino anunció que brindará asistencia económica a quienes se encuentran en el exterior, “nosotros no podemos acceder a esa ayuda ya que falta para nuestra fecha de regreso. Recién podríamos hacerlo luego de la fecha del vuelo cancelado”.

Por eso, Figueroa contó que “tendrán que costear los gastos” con el  presupuesto de la película mientras transcurren los días atrapados en esa isla.

A pesar de estar aislados, el hotel les ofrece la posibilidad de cocinar, lavar la ropa, y solo salen si necesitan comprar alimentos. Además pueden comunicarse con sus familiares para que la espera no sea tan larga.

“Como una gran paradoja en la que nos hallamos atrapados, vemos extenderse la selva bajo un manto de vapores de otro tiempo, indiferente a nuestra mezquina presencia”, narró el cineasta.

La película

El film narra las peripecias de una joven cineasta, protagonizada por la actriz cordobesa Constanza Gatica, quien realiza un viaje extraordinario al corazón de la Amazonia peruana, siguiendo las pistas de un escritor cordobés quien desapareció en la selva buscando el mítico barco perdido de Fitzcarraldo.

La película fusiona libremente el drama, la aventura y lo fantástico en una narrativa siempre cambiante desde lo formal, pero atravesada por el espíritu de búsqueda de la protagonista. El film es una invitación a un largo viaje geográfico y emocional.