En otra mañana nublada y de mucha humedad que hacía que la pista central esté pesada, a las 9.30, Martín Zuza, jurado de Brangus, comenzó su labor para elegir al Gran Campeón Macho que en esta 136º Exposición Rural de Palermo fue para Baldomero, del box 788 de la cabaña Corral de Guardia, de Bellamar Estancias. El toro, que entró como senior menor, ya fue Gran Campeón en la Nacional de la raza que se realizó en mayo pasado en Corrientes.

Minuto a minuto, categoría tras categoría, el público palpitaba las sentencias del jurado que, con un pulso definido, iba entregando las cucardas a los campeones. Con la fila de animales ya conformada en pista y una lluvia que ya se hacía sentir en la arena, con la tranquilidad del deber cumplido, Zuza agradeció a la asociación por la oportunidad y la distinción “de estar nuevamente acá”. Reconoció el trabajo de todo el equipo que lo acompañó a lo largo de las dos jornadas. Luego pidió un aplauso por el destacado nivel de los ejemplares presentes.

Del Gran Campeón Macho dijo: “Es un toro ancho, muy largo, de buen desplazamiento, buena cabeza, expresión, mucha carne, realmente muy correcto de todos lados, muy completo. Es un toro que me impactó mucho. En realidad, los tres del podio me impactaron ya en sus categorías y después cuando entraron en la final se reafirmó eso. Nunca tuve duda de ninguno de los tres; la verdad, tres toros padres importantes”, destacó.

Con gran orgullo, Helena Saint, propietaria del animal y directora de Bellamar Estancias, recordó los inicios de la cabaña hace tiempo. “Esto es la continuidad de algo que empezó Mario Hirsh, lo siguió mamá y ahora lo continúo yo con mis hijos con mucho tesón. Siempre digo que, sin la colaboración de toda la gente que forma esta empresa, no sería nada: es una maravilla la gente que tenemos. Es un gran mimo para el alma y una emoción tremenda, sobre todo por mis nietos también que son los que van a seguir”, destacó a LA NACION.

Por su parte, Fernando Foster, gerente comercial de la empresa, habló de las virtudes del toro premiado. “Estamos muy contentos. Cuando sacamos el premio de Gran Campeón en la Nacional en un principio dudábamos si teníamos que venir a Palermo porque uno se expone ante semejantes premios pero, con un toro tan importante, decidimos estar acá y hoy tenemos la gran alegría de tener este Gran Campeón. Para la cabaña Corral de Guardia es el número 17: una gran historia”, expresó.

Luego señaló: “Es un toro de 2 años y medio, hijo de Mustang, una sangre impecable, y su madre viene por Helena, así que mejores pedigrees imposible para nosotros. Es un padre con todas las letras: muy buenos cuartos, buen largo, buen prepucio, buena cabeza y una gran expresión de padre, es un conjunto de atributos que hace que sea un poquito mejor que los otros. Lo vamos a llevar a vender a nuestro remate de Las Varillas que será próximamente”, describió.

“Somos fundadores de la Asociación de Brangus, desde 1978 y nuestro registro de Corral de Guardia es el número 3, así que estamos desde hace casi 50 años. Es una raza fantástica, de muy fácil adaptabilidad para el centro norte del país, zonas donde necesitan un poco más de rusticidad por el calor y la garrapata, es lo que le ha dado, ha transformado la producción de carne en esas regiones. Pero hoy es una raza altamente competitiva, ganar un premio ya no es tan fácil. La vara está altísima”, agregó.

Al referirse al remate, el  gerente general de la empresa, Fernando Foster, indicó que  salieron 80 toros y 160 madres para rodeos de todo el país. Explicó que Corral de Guardia se dedica a los toros Brangus y también cuentan con raza Bradford, que se vende en otro remate diferente, y añadió que si bien el evento se concretó en la estancia La Sara, que es más agrícola, la hacienda de la empresa se cría en Villa Valeria (provincia de Córdoba), de ahí los traemos acá a vender porque esta es la instalación de toda la vida de Corral de Guardia», dijo.