Fuente Infobae
Las muertes en el pequeño pueblo bonaerense se produjeron por asfixia ante la inhalación de gases cloacales. Estos emanaron de las aguas servidas, ubicadas a 12 metros de profundidad. La primera víctima había bajado horas antes, sin consecuencia alguna
Un trágico hecho enlutó a Blaquier, un pueblo de dos mil habitantes perteneciente al partido de Florentino Ameghino, al noroeste de la provincia de Buenos Aires: seis personas murieron asfixiadas en la tarde de ayer luego de un frustrado intento de rescate de un operario que trabajaba en un pozo de bombeo de 12 metros de profundidad, perteneciente al cuerpo de Bomberos Voluntarios del lugar.
El cruento hecho comenzó cuando Ricardo Bottega -un conocido bombista de 60 años, oriundo de Ameghino- fue contratado por el municipio local para realizar tareas de mantenimiento rutinario en el sistema de red cloacal, arreglar una bomba, en un sitio conocido -por su forma- como “el cigarro”.
Allí, el hombre ingresó para realizar sus labores pero con un detalle fatal: sin máscara de protección ante alrededor de 70 centímetros de aguas servidas y frente a los gases que emana el líquido condensado. Ante este panorama, el hombre comenzó a sentirse mal y no pudo salir a la superficie.
En un comunicado oficial emitido por la Municipalidad de Florentino Ameghino se expresó que “frente al pedido de auxilio efectuado por el responsable de las cloacas, Ezequiel Rodríguez, se acercan vecinos con la intención de colaborar en el rescate”. Junto a Bottega habían dos personas que lo asistieron y pudieron salir del pozo para pedir auxilio, ellos salieron mareados -bajo los efectos de los gases cloacales- y pudieron alertar a los vecinos. Están fuera de peligro, aunque permanecen internados en el Hospital Municipal de Ameghino.
Por el llamado de socorro, llegaron Carlos Renger, bombero voluntario de 39 años; Alejandro Centeno (36); Mateo Pellegrino, otro bombero de 27 años; Juan Ramón Sánchez (50); y Nicolás Sánchez, (28) hijo de Ramón. Sin embargo, “a medida que descendían con esa finalidad sufrieron las consecuencias, presumiblemente, asociadas a la inhalación de gases concentrados”, destacaron fuentes oficiales. Y fallecieron los cinco.
Estas muertes están rodeadas por cierto misterio ya que, hasta el momento, se desconocen las causas de los decesos, aunque aparentemente se produjeron por la inhalación de gases tóxicos aunque otras versiones indican que se podría haber producido por una descarga eléctrica. “Aproximadamente a las 18.30 la persona a cargo de las tareas, Ricardo Bottega, al ingresar al pozo para hacer la reparación de bombas se desvanece y luego fallece en circunstancias que se van a esclarecer con las pericias”, informó el municipio en un comunicado.
El intendente de Florentino Ameghino, Nahuel Mittelbach, expresó en diálogo con TN que “Ricardo toda la vida se dedicó a esto, no teníamos personal técnico para esto y entonces se lo contrató porque hacía muchos años que lo hacíamos. Se ve que por la tarde la concentración de gas se elevó y primero fue Ricardo (hace una pausa) esto es un pueblo chico y cuando pasa algo como que todos queremos salir al rescate”, resumió el jefe municipal.
Además agregó un dato importante: Bottega, horas antes de la tragedia, había ingresado al lugar y salió sin dificultad, lo que es un punto de investigación a cargo de las autoridades locales.
Según los informes preliminares, las seis personas murieron por “asfixia por broncoaspiración”, debido a la inhalación de gases cloacales, emanado de las aguas servidas presentes en el pozo. “Se están estudiando que tipos de gases había, sobre todo, con este nivel de letalidad”, señaló Mittelbach, aunque se estudia la presencia de gas butano en aquella zona de profundidad.
Los equipos de emergencia, alertados por la situación, lograron rescatar los cuerpos para su posterior atención médica y fueron enviados a Junín en donde se les realizó la autopsia en la morgue judicial de aquella ciudad.
Las investigaciones están en curso por parte de la Ayudantía Fiscal de Ameghino, esperando esclarecer completamente las circunstancias que rodearon al lamentable suceso.
De acuerdo con las declaraciones oficiales, los bomberos respondieron de manera inmediata al incidente, retirando los cuerpos del lugar, que quedaron en condiciones irreconocibles. La comunidad de Florentino Ameghino, y especialmente la de Blaquier, de donde eran oriundos la mayoría de los fallecidos, se encuentra consternada.
Como muestra de luto y solidaridad, el intendente decretó tres días de duelo en el partido, durante los cuales las banderas se izarán a media asta en todos los establecimientos públicos. Este gesto busca honrar la memoria de los fallecidos y unir a la comunidad en este momento de dolor.
La hipótesis de la acumulación de gas butano en el pozo, debido a la presencia de aguas servidas, plantea serias preguntas sobre la seguridad y las condiciones de infraestructura en la localidad, aspectos que sin duda serán parte central de las investigaciones en curso.
Un hecho similar ya había ocurrido en Córdoba
Una pequeña localidad de Córdoba fue escenario de un incidente que tuvo un desenlace fatal el 29 de agosto de 2023 cuando tres operarios murieron ahogados en un pozo de seis metros mientras realizaban tareas de limpieza en una planta de bombeo fuera de funcionamiento, del sistema de cloacas de la localidad.
El jefe de Bomberos Voluntarios de Oncativo, Mauricio Cingolani, afirmó: “Creemos que hubo gases que han generado el desenlace lamentable”, y provocaron el ahogamiento de los fallecidos identificados como Gabriel Vargas (43), Elio Richetta (44) y Luciano Mignolo Heredia (20).
Pasado el mediodía de aquel día, en las calles La Tablada y Ameghino, de la localidad de Oncativo, mientras cuatro trabajadores desempeñaban sus tareas diarias de excavaciones y limpieza de tuberías que, en este caso, se vieron interrumpidas de forma repentina y fue uno de ellos el que pudo escapar de la situación por sus propios medios para alertar y pedir ayuda.
La tragedia sucedió cuando los trabajadores manipulaban una “válvula de retorno” que falló y generó que el lugar que, en principio estaba vacío, se llenara de gases tóxicos y líquidos. De esta forma, los trabajadores perdieron la comunicación total con el cuarto operario que se encontraba en otro sector supervisando la tarea en cuestión.
Al dejar de escuchar a sus compañeros, en principio, habría intentado auxiliarlos por sus propios medios, pero al no lograrlo debido a la dificultad que presentaba el terreno, escapó de la superficie del pozo de forma desesperada y alertó a los servicios de emergencia y vecinos de la zona.
“Nosotros nos sentamos en la mesa a comer y comenzamos a escuchar gritos, gritos de alguien que pedía por favor que llamáramos a los bomberos y nombraba a tres personas y les decía ´contestame, contestame´. Entonces salimos corriendo con mi marido y era este chico sobreviviente”, relató una vecina que fue testigo y entre lágrimas agregó “fue desesperante, cuando salía así y gritaba, me desesperó”.
De esta manera, a las 13:01 la policía alertó a los Bomberos Voluntarios que se hicieron presentes de forma inmediata, al igual que una empresa especializada en desagote, la cual logró drenar el agua del interior del pozo como primer paso para así extraer los cuerpos de las víctimas fatales que prestaban servicio para una empresa de Villa María.
Una vez finalizado el rescate, la Fiscalía de Río Segundo dio permiso al ingreso de la Policía Judicial para desarrollar las pericias en el establecimiento y así determinar de forma clara cuál fue el desencadenante del accidente.