Fuente: La Voz de San Justo
Este miércoles continuó en el Tribunal Federal Oral 1 de Córdoba capital el juicio por la causa conocida como «narcolavado» que tiene entre los 16 imputados al expresidente de Sportivo Belgrano, Pablo Esser, mientras que el exlíder de una de las facciones de la barra, Brian Requena, es el principal acusado.
Precisamente Esser, imputado por «comercio de estupefacientes en calidad de partícipe necesario» y por «lavado de activos de origen delictivo», pidió hoy declarar y ante los jueces se despegó de Requena y el comercio de droga y cuestionó la investigación.
Dijo que se siente «una víctima de la Fiscalía Federal de San Francisco» ya que tras el allanamiento a su domicilio y su detención, desde esa repartición judicial que por entonces estaba a cargo del fiscal Luis María Viaut -recientemente condenado por hechos corrupción- llamaron a su esposa «pidiéndole el pago de una suma de dinero» a cambio de despegarlo de la investigación.
«En ese llamado le decían a mi mujer que yo no tenía nada que ver con el tema de la droga, a lo que ella respondió que obvio que no tenía nada que ver con eso. Le dijeron que supuestamente había una escucha telefónica en la que Requena y yo hablábamos de un intercambio de dólares y pesos. Pagando esa suma de dinero, iban a desaparecer esa escucha» de la investigación.
Esser agregó que «a los pocos días, volvieron a comunicarse, le dijeron algunas cuestiones de la causa. Sabían más que yo de la causa. Yo nunca antes había estado detenido y no sabía por qué allanaron mi casa. Nunca estuve cerca de la droga ni tengo amigos vinculados a la droga, tampoco soy amigo de Requena, simplemente yo en ese momento era presidente de Sportivo y él era parte de una facción de la barra, nos conocíamos por eso», dijo sobre su relación con el barra acusado de participar de una red organizada en distintos puntos de San Francisco dedicada al comercio de droga y al lavado de dinero.
«Me entero que la investigación comenzó en 2018 y yo la primera vez que hablé con Requena fue en mayo o junio de 2020, en plena pandemia, para venderle dólares», siguió Esser. «Se habla de grandes sumas de dinero pero ratifico lo que ya declaré durante la investigación: he intercambiado dinero con Requena en 4 o 5 oportunidades, siempre a través de mi negocio – la financiara Dineral- y nunca la cifra superó los 15 o 20 dólares entre toda la sumatoria de las operaciones».
«No sé porque estoy detenido. Hoy gracias a Dios, con prisión domiciliaria pero estuve 15 meses detenido y deprimido en la cárcel sin saber aún porqué, si yo solamente vendí dólares. Me siento una víctima de lo que pasó en la Fiscalía Federal de San Francisco, algo que quedó demostrado» con la reciente condena a 5 años de prisión efectiva para el fiscal Viaut por pedir coimas (concusión agravada) y traficar influencias en el marco de otras causas.
Tras su declaración, Esser respondió preguntas del fiscal general Máximo Hairabedián. Reconoció que había trabajado en la compra /venta de dólares con otro acusado, Juan Carlos «Cucho» Bosio. «En la pandemia hicimos algunos intercambios de dinero, no solo con Requena sino también con otras personas», dijo.
Consultado más sobre esas transacciones, Esser manifestó que «los dólares siempre se los he dado a Bosio, él se los entregaba a Requena y luego me daba los pesos a mí. Normalmente, venía a mi domicilio o yo iba al suyo, o nos encontrábamos. Eran cambios muy rápidos porque eran cifras muy pequeñas, no millonarias».
«Nosotros no sabíamos de dónde sacaba los pesos Requena, ni me interesaba. Lo único que me interesaba era hacer la transacción. Por ahí se podría haber rumoreado, porque San Francisco es una ciudad chica y estábamos dentro de un club, pero la verdad, no sabía» de dónde procedía el dinero. «Eran solo rumores», expresó. Además, «nunca noté nada raro en esas operaciones».
Asimismo, Esser declaró que esas operaciones con dólares las realizó «de manera circunstancial» durante la pandemia de Covid-19 cuando se vio afectada su actividad habitual.
Al preguntarle uno de los jueces de dónde sacaba él los dólares que le daba a Requena, Esser lo atribuyó a la venta de un vehículo realizada por su madre en febrero de 2020 de la que se hizo de «8.000 dólares en billetes» y también a otras operaciones financieras.
«De todos los implicados en esta causa solo conozco a Requena, por el club, y a Bosio, que es mi amigo. Pero yo no tenía relación con Requena, nunca le presté dinero», afirmó.
Más testimonios
Entre quienes prestaron testimonios hoy estuvieron Liliana Beatriz Cabral, mamá del acusado Lucas Alfonso; Juan José Loyola, empleador del imputado Franco Espina; y Oscar Sosa, oficial inspector de Policía Federal que participó de la investigación.
Sosa declaró que «Bosio y Esser le aportaban los dólares a Requena a cambio de pesos» y que ambos conocían de la actividad del barra.
Requena, según lo surgido de las escuchas telefónicas, le entregaba a Bosio «grandes sumas de dinero» a cambio de «verdes», se intervino ese teléfono. «‘El Braian me trajo tanto, hay que conseguirle tantos dólares’, le decía luego a Esser».
El policía confirmó que la investigación se había iniciado en marzo de 2018 a partir de una denuncia anónima por supuestas infracciones a la Ley 23.737 (acerca del régimen legal sobre estupefacientes). Se decía que «un masculino de apellido Artaza junto a su yerno, Requena, se dedicaba a la comercialización de estupefacientes en San Francisco, siendo la droga proveniente de Rosario».
En un principio de la investigación, «a Requena durante varios meses no se lo vio; los vecinos decían que ‘estaba guardado’ por tener una denuncia por amenazas. A finales de 2019, se lo comenzó a ver otra vez y se empezó a profundizar la pesquisa». De las intervenciones telefónicas surge que Requena «hablaba en códigos» y «oficiaba de jefe, encargado, valiéndose de varias personas para la venta del estupefaciente, como así también para guardarlo y guardar el dinero producto de su venta», indicó Sosa.
Expuso además que el dinero recaudado por Requena no estaba en su casa, sino que era repartido entre sus colaboradores y cuando se los requería, se lo entregaban y habitualmente, también lo contaban.
Entre sus cómplices, el testigo mencionó como uno de los principales a Franco Espina, alias Chuky, «con quien estaba prácticamente todos los días; realizaba distintas dirigencias para él y le guardaba material estupefaciente y armas de fuego».
Además del presunto negocio de la droga, «estos muchachos aparentemente se dedicaban a realizar algún tipo de robo, por la forma que hablaban sobre los ‘fierros’ que tenían».
Sosa también nombró a los hermanos Rolón (Gustavo y Andrés) entre los colaboradores de Requena, quienes al parecer le guardaban dinero. «De las escuchas y los seguimientos surge que Andrés se dedicaba al narcomenudeo. Y por las cámaras instaladas para vigilancia de los sospechosos, vimos que los compradores iban a la casa de Requena a buscar la droga».
Otros de los colaboradores era César Ariel Nieto, quien «tenía más injerencia en el tema de plantas, puntualmente marihuana, y en algunas oportunidades le guardaba dinero a Requena, dólares a los que llamaban verdes».
Al cabo de unos meses, mediante un seguimiento con GPS pudimos saber que Requena realizaba viajes a Santa Clara de Saguier, hasta que descubrimos cómo era la maniobra: antes juntaba dinero en efectivo para cambiarlos por dólares, moneda extranjera que se usa comúnmente para la compra/venta de cocaína», explicó Sosa.
El efectivo de la Federal también se refirió al desenlace de la causa; a aquel 23 de septiembre de 2020 cuando sorprendieron a Requena y Espina en plena transacción, en un camino rural del lado santafesino, donde se encontraron con Lucas Alfonso, que estaba en otro auto y que venía del Gran Rosario con tres panes compactados de cocaína.
Esa droga iba a ser adquirida, pero Alfonso la arrojó ante la presencia de la fuerza e intentó huir pero lo interceptaron a la altura de Santa Clara de Buena Vista. También Espina y Requena, que llevaba el dinero, huyeron. El primero fue capturado horas después mientras que Requena logró mantenerse prófugo por algunos días hasta que se entregó a la Justicia.
El juicio
Además del expresidente de Sportivo Belgrano y el barra de la facción «Los Mismos de Siempre» de la hinchada, son juzgados por distintos grados de participación en la causa que se ventila Juan Carlos Bosio, Marcelo Artaza, Alexis Alberto Artaza, Andrés Eladio Rolón, Hugo Alberto Contreras, Franco Ezequiel Espina, Miriam Liliana Lescano, Daiana Belén Artaza, Gustavo Horacio Rolón, Claudio Andrés Rolón, Noemí Tordecilla, César Ariel Nieto, Vanesa Soledad Acosta y Lucas Maximiliano Rubén Alfonso.
Todos los imputados siguen la audiencia de forma remota siendo representados en sala por sus respectivos abogados; los que tienen prisión domiciliaria, desde el Juzgado Federal de San Francisco y el resto de los acusados, desde la cárcel.
El tribunal es presidido por el juez Jaime Díaz Gavier y como vocales ofician los camaristas Carolina Prado y Julián Falcucci; sostiene la acusación el fiscal general Máximo Hairabedián.
El juicio seguirá el próximo 9 de mayo cuando comience la lectura de los alegatos, en tanto que el 17 de mayo podría ser la sentencia.