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Hackean los WhatsApp de médicos villamarienses para estafar a sus contactos

Fuente: Diario de Villa María

Ladrones cibenéticos al acecho roban las cuentas y luego piden dinero a sus conocidos

Una de las víctimas fue la conocida cardióloga villamariense Mildren Del Sueldo. Los delincuentes estuvieron a punto de engañar a dos familiares, pero no logaron su cometido. Las maniobras alcanzaron a por lo menos otros dos profesionales de la ciudad

Una organización delictiva que opera desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hackeó los WhatsApp de por lo menos tres médicos de Villa María (aunque serían más) y habría logrado estafar a uno de ellos, luego de simular que se contactaban desde el Ministerio de Salud de la Nación.

Uno de los profesionales que fue víctima de estas maniobras es la cardióloga local Mildren Del Sueldo, a quien le “robaron” su cuenta gracias a una maniobra urdida por un sujeto que dijo ser funcionario de la cartera sanitaria y se contactó por la red social de la empresa estadounidense Meta, utilizando incluso un logo oficial del Ministerio.

 

Nada sospechoso

En diálogo con El Diario, Del Sueldo contó ayer que alrededor de las 13 del miércoles recibió en su teléfono celular un mensaje de WhatsApp mediante el cual un supuesto médico porteño, que se identificó con nombre y apellido (dijo llamarse ­­­­Cardozo), le informó que estaban realizando averiguaciones a raíz de una serie de “irregularidades” detectadas con respecto a las vacunas contra el Covid que no habían sido colocadas.

Entre otras consideraciones, el contacto le dijo que el Ministerio de Salud detectó que se habían “vendido carnets de vacunación”, tras lo cual le preguntó si ella había recibido la cuarta dosis. Luego de que Del Sueldo le contestara que en estos días se iba a colocar la quinta, el “funcionario” le informó que, “para que quede todo verificado”, le iba a mandar un SMS (mensaje de texto por línea telefónica) “y su carnet va a quedar al día”, argumentando que muchos de ellos habían sido adulterados.

Asimismo, le pidió que le pasara su correo electrónico, ya que, por esa vía, le enviaría toda la información relacionada con las maniobras irregulares que eran materia de investigación.

Cabe señalar que la comunicación resultó convincente desde el principio, no solo porque el contacto utilizaba un logo oficial del Ministerio, sino que el emisario sabía perfectamente la identidad de Del Sueldo y su especialidad, entre otros detalles.

Pasados unos minutos, la médica villamariense le contestó que no había recibido ningún SMS, ante lo cual el “doctor Cardozo” (siempre a través de WhatsApp) le dijo que iba a recibir una llamada telefónica del Ministerio mediante la cual le suministrarían un número a modo de “código de verificación”.

Fue así que, casi de inmediato, sonó el teléfono de Del Sueldo. Una voz femenina, en grabación automática, le proporcionó un código de 6 dígitos que el “funcionario” del Ministerio le pidió se lo pasara por WhatsApp.

 

Empieza la estafa

Con dicho número en su poder, el delincuente hackeó la cuenta de la cardióloga y ella no pudo acceder más a sus contactos, ya que la aplicación quedó totalmente desconfigurada. Fue entonces cuando se percató que había sido víctima de una maniobra delictiva, por lo que -sin pérdida de tiempo- empezó a comunicarse por línea telefónica con familiares y amigos para advertirles que le habían robado el WhatsApp.

En las últimas horas, Del Sueldo pudo corroborar que dos primos recibieron supuestos mensajes de ella mediante los cuales les pedía dinero para “solucionar un problema económico”, aunque afortunadamente ninguno de esos contactos llegó a hacer transferencias de dinero a la cuenta bancaria que les pasaron.

 

No es nuevo, pero…

El accionar delictivo puesto en práctica es una maniobra de vieja data que ha tenido éxito en muchos casos, ya que quienes reciben el “pedido de ayuda” descuentan que quien se comunica es un familiar o amigo que está atravesando un inconveniente económico.

Finalmente, la cardióloga local dijo que se enteró de que al menos otros dos profesionales villamarienses (un médico y una médica) habían sido contactados por la misma organización y que en uno de los casos los malvivientes lograron engañar a algunos allegados.