El cordobés Gabriel Bornoroni seguirá conduciendo en Diputados y, con ello, razón suficiente para pedir una candidatura. Lealtad total a Karina Milei.
CÓRDOBA. La elección de medio término resultó un punto de inflexión en la carrera de Gabriel Bornoroni en política. El diputado libertario cordobés se anotó una contundente victoria en Córdoba de la mano de su candidato Gonzalo Roca y, bajo su propia estrategia, le demostró a Karina Milei ser un valor principal a la hora de plantear la táctica electoral.
Con el “purismo” como bandera, Bornoroni exhibió el entendimiento del termómetro político a pesar de su joven estancia en el rubro. Algo que lo destacó entre una plantilla dirigentes oficialistas con escasos nombres que hayan mostrado pericia para moverse en ese mundo.
Todo ese acierto, que en un momento estaba en duda por la apuesta total que significaba a la figura presidencial, le valió a Bornoroni un boleto directo al 2027. Algo que fue confirmado ayer por la propia Karina Milei, quien lo reafirmóó como presidente del bloque libertario en la Cámara baja.
Esa confirmación no fue sino una retribución no sólo al resultado electoral, que fue contundente en Córdoba y el país en favor de la Casa Rosada, sino también en la lealtad exhibida en los momentos de mayor tensión. Dentro de la interna libertaria, Bornoroni asumió una posición de defensa del ala encabezada por la secretaria de la Presidencia y rechazó intromisiones externas asociadas a la otra punta del “Triángulo de hierro”.
Gabriel Bornoroni y un sueño en Córdoba
Con todo lo anterior “en el bolso”, Bornoroni habría quedado en condiciones de ser decisivo de cara al próximo periodo electoral. Si bien todavía resta atravesar una etapa caliente en la que su función será clave para el desarrollo de las reformas planteadas por la Casa Rosada, su titularidad sobre la filial cordobesa difícilmente pueda ser cuestionada en los próximos 24 meses.
En ese sentido, Bornoroni ha evitado admitir en público lo que por lo bajo se comenta: dentro de su proyecto personal estaría una candidatura a la gobernación. Algo que no suena descabellado teniendo en cuenta el nivel de apoyo que el Gobierno nacional renovó en Córdoba, salvando la constante diferencia presente entre las elecciones ejecutivas y legislativas.
Sin embargo, varios pretendientes del sello de Milei ya se han adelantado acechando esa posibilidad. Ejemplos de ello han sido dirigentes como Luis Juez y Rodrigo de Loredo, quienes admitieron públicamente que correrán por la gobernación en 2027 e, incluso, lo harán buscando la venia del presidente.
El propio Juez advirtió en declaraciones recientes que “los tiempos, de ahora en más, se aceleran”.
Diferencia entre socios y puros
Precisamente, el ex intendente de Córdoba es uno de los competidores que deberá discutir con Bornoroni en caso de querer acceder a su cuarta candidatura en favor del oficialismo nacional. De hecho, su espacio conocido como Frente Cívico colaboró con la campaña electoral de Roca en un trabajo “desinteresado” según el senador.
Por su parte, De Loredo quedó fuera del Congreso y con mucho tiempo para construir a nivel político. El radical quedó en condiciones de absorber toda la estructura de la UCR cordobesa, que de la mano de Ramón Mestre obtuvo la peor elección de la historia en Córdoba.
Tanto en Juez como en De Loredo, Bornoroni puede ver potenciales colaboradores. En ese sentido, sus nombres suenan fuerte para ocupar vacantes ejecutivas de cara a la segunda mitad y como parte de la apertura que la Casa Rosada pretende hacer con aliados.
Sin embargo, eso no quita que sean competidores naturales a nivel local. Algo que complicaría la estrategia de “purismo” que Bornoroni eligió con atino para las pasadas elecciones.
Rumbo al 2027 también habrá otros condicionamientos que Bornoroni deberá superar en caso de querer acceder a una candidatura. Entre esos, la relación que la Casa Rosada mantenga con el Centro Cívico, desde donde se monitorea con atención la conformación de un gran frente opositor que busque entorpecer la renovación de Martín Llaryora.
