El texto

La Asociación Argentina de Salud Mental (AASM) expresa su profunda preocupación y su más enérgico rechazo a las manifestaciones realizadas anoche por la candidata a legisladora de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Silvia Lospennato, en el programa televisivo El Diario de Leuco. En dichas declaraciones, la candidata vinculó a personas en situación de calle con problemáticas de salud mental y adicciones, con la suciedad y el desorden que se evidencia en la ciudad.

En primer lugar, manifestamos nuestra solidaridad con las personas que se ven obligadas a “vivir” en la calle, consecuencia directa de la desprotección social y la falta de políticas públicas de apoyo y contención por parte del Estado.

Entre sus dichos, la candidata, en lugar de realizar una autocrítica respecto de las graves deficiencias en las políticas sociales y sanitarias que implementa el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, opta por culpabilizar a los sectores más vulnerables. Es fundamental subrayar que, además de la falta de respuesta social, estas personas son víctimas del inadecuado abordaje y la falta de cuidado del sistema de salud mental porteño.

En el mismo reportaje, Lospennato sostuvo que quienes ensucian, desordenan y duermen en la vía pública de la ciudad, en su mayoría, provienen de la provincia de Buenos Aires. Más allá de ser este un dato de dudosa veracidad, dicho argumento no puede ser excusa para evadir responsabilidades ni desentenderse de una problemática cuya atención recae plenamente en las autoridades de la ciudad.

En este contexto, de manera sorpresiva, y alentada por la periodista Débora Plager, la candidata justifica la inacción y la falta de compromiso con esta problemática repitiendo una ya conocida excusa utilizada reiteradamente por el jefe de Gobierno, Jorge Macri, que “no se puede ayudar a las personas que atraviesan problemas de adicciones por las deficiencias contenidas en la Ley Nacional de Salud Mental”.

Asociar el sufrimiento psíquico con la falta de limpieza y el desorden no solo es una afirmación miserable, sino que constituye un acto de violencia simbólica que refuerza la estigmatización, discriminación, exclusión y odio hacia un colectivo que ya se encuentra en una situación de profunda vulnerabilidad. Este grupo, lamentablemente, no recibe respuestas adecuadas por parte del sistema de salud mental de la ciudad, cuyas autoridades persisten en desoír la legislación vigente, tanto a nivel local como nacional e internacional en materia de salud mental.

En ese sentido, es necesario resaltar que es falso que la Ley Nacional de Salud Mental impida brindar respuestas a personas con problemáticas de salud mental y adicciones que se encuentren en situación de riesgo para sí o para terceros y no acepten voluntariamente un tratamiento. Por el contrario, la ley contempla la internación involuntaria, sin consentimiento, en los artículos 20 al 29. Por lo tanto, los dichos de la candidata no solo desinforman a la población porteña, sino que refuerzan el discurso de representantes de ciertos sectores con intereses corporativos y económicos que impulsan una modificación regresiva de la ley.

Insistir en culpar a personas con problemáticas de salud mental, en situación de calle, y a quienes provienen de la provincia de Buenos Aires, por los problemas de la ciudad, parece ser un intento de ocultar las profundas fallas estructurales del Gobierno de la Ciudad en materia de derechos básicos como la salud, la vivienda, la justicia y el cuidado, cuya responsabilidad es de su exclusiva competencia.

Frente a este panorama, la AASM insta al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a iniciar en forma urgente un proceso de reforma serio e integral, que garantice a las y los porteños un sistema de salud mental que no deje a nadie afuera e incluya todos los dispositivos y apoyos sociosanitarios. Esto incluye abordajes territoriales, hospitales de día, dispositivos habitacionales, sociolaborales y culturales, consultorios externos, acompañamiento terapéutico, atención domiciliaria e internación en hospitales generales públicos y privados, tal como lo establece la Ley Nacional de Salud Mental y los tratados y convenciones internacionales en salud y derechos humanos.

No hay salud sin salud mental. No hay salud mental sin inclusión.

Comisión Directiva Asociación Argentina de Salud Mental (AASM)