Como ya informáramos en las primeras horas posteriores al asesinato del Dr. Oscar Tavella a manos de su hijo Joaquín, el violento episodio fue el desenlace de una serie de agresiones previas que requirieron la intervención policial, e incluso en una ocasión fue necesaria la presencia del ETER (Equipo de Tácticas Especiales Recomendado) porque el joven se encontraba atrincherado en el domicilio de sus padres en el marco de una serie de episodios violentos.
Según consta en in informe del diario Villa María Ya, durante el año 2024, se realizaron tres intervenciones policiales por disturbios en el domicilio de sus padres, ya que según las fuentes, se confirmó que el acusado sufre problemas de salud mental, por lo que en varias ocasiones se lo derivó al Hospital Pasteur.
La última intervención previa al homicidio de su padre fue el pasado 20 de marzo, cuando el joven ingresó a la casa donde se encontraba su madre quien intentó calmarlo llevándolo al patio trasero del domicilio, aislándolo mientras esperó la presencial policial. Las autoridades confirman que al llegar, tuvieron que retener al joven mediante el accionar de armas de letalidad reducida y derivarlo al Pasteur.
Cabe señalar que ante las denuncias por parte de sus padres, Joaquín Tavella tenía una prohibición de acercamiento por violencia familiar y que por su diagnóstico mental, no podía ser detenido. Actualmente, el caso es investigado por el fiscal de los tribunales de Villa María, René Bosio.