A 18 años del homicidio de Nora Dalmasso de Macarrón en Río Cuarto, Pablo Jávega, sexto fiscal del caso, habría logrado un importante avance en materia de pruebas científicas. A las 11 de este lunes dará una conferencia de prensa.

    Trascendidos dan cuenta de que habría hallado una coincidencia entre una persona que admitió haber pasado por la casa y la huella determinada en el cinto de la bata con el que mataron a Nora Dalmasso, el 25 de noviembre del 2006.

Por el tiempo transcurrido, sólo si la persona ahora identificada tuviera algún otro antecedente podría evitarse la prescripción de la acción penal y que el caso quede impune.

Según el comunicado emitido por el Ministerio Público Fiscal (MPF) “una persona de sexo masculino figura como aportante compatible con las huellas genéticas colectadas en cinto de bata que fuera ubicado anudado en el cuello de la víctima y de vello secuestrado en zona inguinal de la misma”.

De acuerdo con el comunicado del MPF la Fiscalía continúa trabajando en clave de analizar el resto del cuadro de pruebas disponible para la composición de hipótesis en función del aporte de dicho material.

Según el organismo judicial las conclusiones fueron comunicadas a la familia querellante y a la persona sindicada, quien concurrió a la sede de la Unidad Fiscal para ejercer, con la debida asistencia letrada, su defensa material y técnica.

“Del mismo modo corresponde señalar que, en todo este proceso, la Fiscalía fue rigurosa en garantizar a todas las parte la posibilidad de observar, controlar y controvertir los resultados del cotejo genético referenciado”, remarcaron.

“Lo hasta ahora logrado es producto de la labor conjunta e interdisciplinaria entre el Ministerio Público Fiscal y el Centro de Genética Forense del Poder Judicial de Córdoba –con la cooperación del National Center for Forensic Science, Universidad de Florida, EEUU, y la colaboración de Ministerio de Justicia del gobierno de la Provincia de Córdoba”, finalizaron.

Río Cuarto. Caso Dalmasso: Macarrón declaró como testigo en la nueva investigación y vuelven a consultar al FBI

Se busca seguir la investigación científico forense del ADN hallado en el cinto de la bata. Aunque esté prescripto, buscan la verdad sobre el crimen. Hasta ahora, todo dio negativo.

Dalmasso fue asesinada en su casa de la villa Golf Club, el 25 de noviembre del 2006. La acción penal estaría prescripta y el hecho quedaría impune. Pero el ministerio público tiene órdenes de continuar en la búsqueda de “la verdad histórica”.

El caso es uno de los más resonantes de la historia criminal cordobesa. Un maremágnum de morbo, intereses, sexualización, prejuicios, negligencias, disparates y descreimiento. En 18 años, la Justicia sólo ha determinado que Dalmasso fue víctima de violencia de género.

Con hipótesis diametralmente opuestas, en la causa hubo cuatro imputados. Un falso amante, Rafael Magnasco; un pintor, Gastón Zárate; el hijo, Facundo Macarrón, y el marido, Marcelo Macarrón.

El viudo Macarrón estuvo sentado en el banquillo. Lo acusaron de haber contratado a un sicario para hacer matar a Nora, por supuestas desavenencias matrimoniales. En un juicio con jurados populares fue absuelto el 5 de julio del 2022.

Según se probó entonces, Dalmasso no fue víctima de un crimen por encargo sino que habría tenido relaciones sexuales “semi consentidas”, antes de ser estrangulada con el cinto de su bata de toalla.

La investigación aún abierta se concentra en esa prueba: el cinto, el lazo donde hallaron una marca genética que no pertenece ni a la víctima ni a Marcelo Macarrón. Se presume que es la huella del asesino.

El hecho de que mataran a Dalmasso con el cinto de la bata también derriba la hipótesis de premeditación. En el juicio, los forenses Martín Subirach y Mario Vignolo coincidieron en plantear: “Fue algo del momento (…) Algo pasó en la relación (…) el asesino no había llevado nada para matarla (….) El agresor se sacó y provocó el estrangula