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El hombre que construyó su propia Torre Eiffel, la vendió y la desarmó en un día: el destino de la réplica

Así informaba INFOBAE la historia de la Torre Alicia

Claudio Marchetti hizo su versión del emblemático monumento francés en Alicia, una localidad de 3.500 habitantes de la provincia de Córdoba. Tardó 18 meses, ensambló 8000 cortes a mano, y la visitaron más de 7.000 personas en el patio de su casa. Su palabra y el testimonio del flamante dueño

En mayo de 2024 Claudio Marchetti cumplió su sueño de culminar una majestuosa obra, para la que trabajó sin descanso durante 18 meses. Combinó sus conocimientos técnicos y su alma de autodidacta para construir con sus propias manos una réplica de la Torre Eiffel en la localidad de Alicia, provincia de Córdoba. En total hizo 86 piezas abulonadas, de manera artesanal, y necesitó 10 toneladas de hierro para alcanzar 31,6 metros de altura. Hasta ahora permanecía exhibida en el patio de su casa, y la visitaron más de 7000 personas desde que la terminó, pero recientemente aceptó la propuesta de un emprendedor inmobiliario y vendió su preciada creación. “Llegó el momento de soltar este proyecto, y a pesar de todo estoy contento, porque la van a disfrutar muchas familias y ese era el objetivo principal”, le cuenta Marchetti a Infobae. El nuevo destino será Villa Parque Síquiman, a la vera de la Ruta Nacional 38, y formará parte de una propuesta turística con un centro comercial regional.

Sus cálculos fueron correctos, y en tan solo un día y medio logró el objetivo de desarmarla para comenzar el traslado. Son cuatro horas de viaje hasta la flamante sede de la Torre Alicia. “Admito que entre bulón y bulón quedaron varias de mis lágrimas, pero prefiero tener el corazón triste 10 días que toda una vida, y ya no hay vuelta atrás”, expresa Claudio, que se define como “un simple trabajador”. Estudió hasta la primaria, no pudo hacer la secundaria porque tuvo que trabajar, y desde hace muchos años se dedica a la carpintería.

Lo primero que hizo fueron las bases subterráneas de dos metros de profundidad, sumado a otro más en la superficie, y sobre esas plataformas comenzó el montaje

Empezó ayudando a su padre en galpones y conoce de estructuras metálicas porque hubo tiempos en que trabajó a 120 metros de altura. Además se desenvuelve como técnico industrial eléctrico, así que su perseverancia y los conocimientos que acumuló fueron las bases para animarse a, nada más y nada menos, que construir su propia versión del emblemático monumento de la capital de Francia.

El proceso conllevó muchos desafíos, desde las inclemencias del clima, el esfuerzo físico para colocar cada uno de los 8000 cortes ensamblados a mano, y requirió de mucha creatividad para superar las dificultades. Todo lo trasladó sin grúas, con un sistema de poleas que él mismo inventó con cables de acero, y nadie lo ayudó ni si quiera pasándole un tornillo, porque su idea era hacerlo todo solo, tal como se lo propuso desde el primer día. “Quería que sea la única en un patio particular, y fue una decisión que tomé porque las otras réplicas, que hay tres en el continente, fueron armadas por empresas y grúas; en cambio acá no, fui yo el que arriesgó la vida, y tuve que enfrentar muchos miedos para hacerlo”, confiesa, y cuenta que bajó cinco kilos por la fuerza de piernas que hizo cada vez que trepaba más y más alto.

«Cada trozo de hierro lo hice con amoladora, todo artesanal, no tengo grandes máquinas, fabriqué pieza por pieza, después le di tres manos de antióxido y de pintura, hasta que una por una las fui ubicando», cuenta Marchetti

La Torre Alicia se muda

Le puso el nombre de su localidad -que por esas causalidades comienza con “A”, la letra que inspira la forma de la estructura-, porque parte de su sueño era que fuese expuesta en algún lugar público del pueblo, pero como aquello no se dio, con el tiempo empezó a considerar las cientos de propuestas que le llegaron. Incluso le ofrecieron trasladarla más allá de la frontera, a países vecinos, pero Claudio no perdía la esperanza de que la réplica brillara en el mismo lugar donde fue creada. “Me cansé de esperar, esa es la verdad, porque hasta ofrecí donarla para que fuese un atractivo turístico en Alicia, y como nunca tuve una buena respuesta al respecto, me decidí a venderla”, confiesa. “Y además me encariñé muchísimo, ya estaba acostumbrado a levantarme y verla, a tomar unos mates a la mañana y verla tan linda, plateada por el sol, en el patio de mi casa”, agrega.

El apoyo de su esposa, sus hijas y su querida nieta, que creció a la par de la torre, fue fundamental en todo momento. “Ellas me acompañaron siempre y también empezaron a sufrir conmigo que las cosas no salieron como esperábamos, y ahí se presentó el nuevo dueño, que me trató tan bien y me propuso que esté en un lugar tan hermoso como Villa Parque Síquiman, que acepté”, sostiene. Se refiere a Héctor Vallejo, quien también charló con este medio y contó qué planes tiene para la versión cordobesa de la Torre Eiffel.

“Tengo un proyecto de un barrio cerrado en pleno desarrollo, y sentía que le faltaba algo al lugar, que lo posicionara y le diera identidad, y ya conocía el trabajo que hizo Claudio, que es una persona increíble, con una humildad más gigante que su obra, y que hace genialidades como esta”, detalla con admiración.

Marchetti hizo los planos, se las ingenió para fabricar herramientas que no tenía, y lo diagramó en un proceso de nueve etapas, que dio como resultado un sueño cumplido

“Un día él publicó en Facebook que la torre estaba a la venta, pero cuando le iba a escribir me encontré con que había borrado la publicación porque se había arrepentido”, revela. Decidió ir en persona para charlar con él y contarle su idea. “Le hice el ofrecimiento formal y entendí que le importaba muchísimo más el valor sentimental que el económico, y nos pusimos de acuerdo en todo lo que le parecía importante, como por ejemplo no cambiarle el nombre, que sea siempre la Torre Alicia porque allí es donde nació”, remarca. Ambos coinciden en que los días que siguieron fueron vertiginosos, porque empezaron a trabajar contrareloj en un plan de desarmado y traslado, motivados por la meta de una gran inauguración que tendría lugar en vísperas de Reyes, la primera semana de enero de 2025.

“Enseguida nos entendimos, y ya está completamente desarmada, concentrados en toda la parte operativa y cargando lo que falta para llevarla”, dicen entusiasmados. Trabajaron realmente como equipo, y están de acuerdo en dónde ubicarla. “Es un proyecto ambicioso del que hay que ocuparse, porque el complejo de barrio cerrado ya está muy avanzado, y a la torre tenemos pensado dedicarle 5000 metros de terreno para que se destaque visualmente y modifique la fisonomía de Villa Parque Síquiman”, proyecta Vallejo. Y agrega: “La idea es que tenga un bello floreado, con iluminación, jardines alrededor como la original, un excelente parquizado y un centro comercial de 14 locales regionales”.

“Si la vida me dio este conocimiento, me quedó tanta sabiduría y experiencia de tantos años, pensé por qué no intentar dejar algo que pueda hacer con mis propias manos; si estamos de paso y cuando nos vamos no nos llevamos nada, y creo que todos dejamos una huella”, expresa

Claudio cuenta que desde que publicó la noticia en sus redes sociales empezó a recibir mensajes de actores que quieren asistir al lanzamiento, porque la torre estará a tan solo 10 kilómetros de Carlos Paz, donde como todos los años, habrá temporada teatral. “Están contentos porque también va a impulsar el turismo, y tengo fe de que vamos a llegar bien para Reyes, porque ya la desarmamos en menos de dos días, y yo creo que en cuatro se vuelve a armar, porque todas las piezas están numeradas”, indica el autodidacta.

Héctor, por su parte, como flamante dueño también está convencido de que será una apuesta ambiciosa, que requerirá de esfuerzos y coordinación precisa, pero confía en los estudios de suelo que hicieron y en que el clima acompañe. “Otra de las cosas que charlamos con Claudio fue la idea de cobrar una entrada accesible, para que todo el que quiera la pueda visitar y disfrutar, porque así fue pensada, para el disfrute familiar”, asegura. “Esperamos que venga mucha gente, porque en Córdoba ya no son solo dos meses de temporada; los fines de semana largo también vienen muchas personas, porque es un turismo prolífico y en crecimiento”, celebra. La ubicación es prometedora: estará a la vera de la Ruta Nacional 38, donde pasan 3 millones de autos por año, y a nivel paisajístico, Villa Parque Síquiman es la localidad cordobesa con más costa de lagos, caracterizada por su aire límpido y renovador, rodeada de naturaleza y tranquilidad.

Fueron 18 meses de muchísimo trabajo para el inventor cordobés, quien en mayo de 2024 concluyó la obra y la inauguró en su pueblo, la localidad de Alicia (Video: Facebook Claudio Marchetti)

“No hay edificios, son todas casas bajas, así que la Torre Alicia se va a destacar y va a cambiar la visual de quienes vayan por la ruta por lo menos a lo largo de 2 kilómetros, va a ser una verdadera perlita y va a generar trabajo para la población local de Síquiman”, proyecta el emprendedor inmobiliario de 63 años. Con una mezcla de emoción e incertidumbre, Claudio ya está pensando en su futuro, porque no hay duda de que quedará un gran vacío en el patio de su casa, y en su corazón. Se va un gigante, y él sueña con otro. “Tengo en mente otro proyecto que también va a ser inédito, es algo que creo que no existe porque lo investigué y hasta el momento no vi que existiera en el mundo”, dice entre el misterio y el entusiasmo genuino. Y revela: “Es algo un poco raro, y tampoco es que ya me decidí hacerlo, pero estoy haciendo los cálculos. Me gustaría construir una silla gigante, aprovechando las bases de la torre que me van a quedar; sería una silla de 14 metros de altura”.

Otra idea que baraja es irse a vivir a Síquiman, tener ahí un lugar donde pueda seguir construyendo cosas y dejar fluir su creatividad, pero todavía no tomó la decisión. “Primero tengo que culminar esta etapa, armar de nuevo la torre, y después veré qué hago con mi vida”, expresa. Su alma de inventor tiene mucho más para dar, y a sus 58 años no deja de sorprender con cada una de sus ideas.