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Maternidad: Indicadores críticos reflejan las desigualdades que enfrentan las madres en contextos de vulnerabilidad

DÍA DE LA MADRE

El nuevo informe de la Universidad Austral, toma como base un reciente estudio científico propio de fuente primaria de madres argentinas en sectores vulnerables y no vulnerables, de acuerdo a los quintiles socioeconómicos y niveles educativos. El estudio, además, visibiliza la desigualdad de condiciones en las que maternan las mujeres y como estas incrementan sus niveles de estrés. Los datos obtenidos fueron complementados con datos nacionales del Ministerio de Economía (2020-2021), del Ministerio de Salud (2022) y de Unicef (2020).

Entre los datos más relevantes se destacan que el 20% de las madres del nivel socioeconómico más bajo tiene entre 15 y 19 años, mientras que en nivel más alto es de 1,3%. Casi el triple de las madres del sector vulnerable ejerce el castigo físico a sus hijos, en relación a las madres del sector no vulnerable. Además, 8 de cada 10 hogares son monoparentales maternos.

Pilar, Buenos Aires, 19 de octubre de 2024  El Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad (ODHV) de la Universidad Austral presenta un análisis diferencial que combina indicadores que visibilizan la desigualdad de la maternidad argentina. El aporte fundamental de este estudio implica entender los desafíos de ejercer la maternidad en contextos vulnerables y no vulnerables, tomando como ejes centrales de la vulnerabilidad los niveles socioeconómicos y educativos de la madre de manera conjunta. Así, el estudio proporciona una mirada integral sobre el impacto desigual de las condiciones y el entorno en el que se es madre.

Si bien Argentina no cuenta con estudios profundos de la temática, para la elaboración de este informe se utilizó un estudio científico propio (2024) de fuente primaria de 211 casos de madres argentinas que reflejan 35 variables relacionadas a la maternidad en la Argentina en sectores vulnerables y no vulnerables. A la vez, se sumaron datos de UNICEF-Siempro 2020, que no se recolectan regularmente por el alto costo y la dificultad metodológica que implica, pero es la base que mayor información brinda en esta temática. Así mismo, los datos obtenidos fueron cruzados con datos nacionales recientes del INDEC (2021 a 2024) y del Ministerio de Salud (2022), entre otros.

El muestreo, que se conoce en el marco del Día de la Madre, fue realizado por investigadoras del ODHV del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad Austral, y tiene como fin visibilizar la desigualdad de condiciones en las que maternan las mujeres argentinas de distintos sectores socioeconómicos y educativos, y como ello impacta en los niveles de estrés materno y en la salud integral de la mujer.

“Científicamente se demuestra que el estrés maternal produce un impacto significativo en las relaciones vinculares (de pareja y materno-filiales), en el bienestar familiar, en la salud integral de la madre y del niño y determinará los comportamientos y estilos parentales. Cuando la mujer se encuentra en situación socioeconómica y educativa baja, aumenta la desigualdad y vuelve a la madre más vulnerable. Es fundamental conocer los distintos factores que incrementan el estrés maternal potenciando la vulnerabilidad, a fin de poder dar respuestas eficaces”, explica el informe.

Entre los datos más relevantes del estudio, se destaca:

  • 19% (es decir casi 2 de cada 10 mujeres)  entre 15 y 19 años en el quintil más bajo de ingresos reporta haber tenido un hijo nacido vivo o están embarazadas de su primer hijo, mientras que en los quintiles más alto (4 y 5) este porcentaje no supera el 5%.

Las investigadoras señalan que las madres más jóvenes y las más añosas experimentan mayores niveles de estrés parental comparadas con madres que tuvieron su primer hijo/a la edad promedio en la que las mujeres se inician en la maternidad dentro de su medio cultural. En el caso de las madres más jóvenes, esto se ve asociado a que pueden verse disminuidas en los recursos disponibles, tanto material como emocionalmente, y a la presencia de diversas fuentes de conflictos relacionales.

  • El 17% de las madres menores de 20 años no han terminado el Secundario. Mientras que este porcentaje se reduce a 3% en las madres que si lo finalizaron.
  • En el sector vulnerable, el fallecimiento de hijos en la infancia llega al 6,10%, mientras que en el sector no vulnerable es de 1,60%.
  • 8 de cada 10 hogares son monoparentales maternos.

A este dato se añade que en los hogares monomaternales el 68% de los progenitores varones no convivientes incumple su responsabilidad parental (es decir, la cuota alimentaria).

  • Casi el triple de las madres del sector vulnerable ejerce el castigo físico a sus hijos, en relación a las madres del sector no vulnerables.

Los niveles de estrés maternal inciden en el estilo parental, incluyendo la frecuencia de implementación de castigos físicos, donde a más estrés la frecuencia de uso de este tipo de castigos aumenta. De este modo, a más estrés maternal en los sectores más vulnerables, también hay mayor frecuencia de implementación de disciplinas desadaptativas como el castigo físico, que además tienen una incidencia significativamente negativa en el desarrollo de niños y niñas.