Hoy 21 de agosto, se están conmemorando los 120 años del fallecimiento de Fray Reginaldo Toro, obispo dominico fundador de la Congregación de Hermanas Dominicas de San José, entre muchas obras que lo convirtieron en un gran profeta en tierras cordobesas y riojanas.
El Padre Carlos Ponza, sacerdote cordobés, presentó su nueva obra “Córdoba, Tierra de Santos II” en la que narra la labor evangelizadora desarrollada en el siglo XIX por figuras tan relevantes como la Madre Tránsito Cabanillas, Catalina de María Rodríguez, Fray Mamerto Esquiú, Jerónimo Emiliano Clara, José María Bustamante, Fray Reginaldo Toro, José Gabriel Brochero, Leonor Ocampo y Fray León Torres.
Este cura historiador , destaca el caso de Fray Reginaldo Toro, quien fuera bautizado un 2 de agosto de 1839. Llegó a asumir el carisma dominico, lo llevó siendo fraile, siendo sacerdote, lo llevó también a ser obispo en su propia tierra.
Dentro de esta tarea de Obispo tuvo grandes gestos que marcaron para bien a nuestra región. En el año 1889 encarga a un laico, el señor Osvaldo Navarro, a que levantara un informe de todas estas zonas, que en aquel momento se llamaban curatos, lo que luego fueron parroquias, para ver la realidad que existía y poder crear a futuro parroquias.
Por eso en 1912, el 13 de febrero, crea la actual parroquia de Arroyito y la parroquia San Francisco de Asís en la ciudad de San Francisco, en lo que es ahora la catedral. Recientemente tuvo lugar la ceremonia de instauración de una imagen del Padre Reginaldo en la galería de personas destacadas que construyeron la historia de Fe de Arroyito
Otra de las obras más relevantes fue la fundación en el año 1886 de la Congregación de las hermanas Dominicas de San José, quienes llevan adelante una labor apostólica educativa gestionando escuelas en las provincias de Córdoba y Corrientes, y Hogares para Niñas, también en La Rioja.
En Las Varillas, durante la jornada de hoy se destinó parte de la jornada educativa en el Instituto de María Inmaculada, propiedad de la Congregación de las Dominicas de San Jose, a compartir en comunidad la labor apostólica del Padre Reginaldo, comenzando con una misa a cargo del Padre Daniel Cavallo, y luego con la ceremonia de bendición de un cuadro del Fundador que fue ubicado en el hall de ingreso del Instituto. Luego se desarrollaron los juegos denominados REGI TEAM, que fueron un verdadero ejemplo de trabajo colaborativo entre los distintos niveles educativos.
Para culminar esta semblanza sobre este hombre que tuvo una vida de santidad, se sintetiza su motor de acción en una de las oraciones hecha canción dedicada a Padre Reginaldo. El párrafo dice: “amó a la iglesia y se entregó por ella, nuestro Padre Reginaldo buscador de la Verdad”.
