Alexis Agustín Barrio (39), el productor agropecuario de Pozo del Molle que está acusado por el crimen del genetista Daniel Alejandro Martinengo (51), admitió haberle disparado en tres ocasiones en la vereda del bar Punto Café de aquella localidad, al ser indagado ayer por el fiscal que instruye la causa, René Emilio Bosio.

La medida procesal se llevó a cabo en el Palacio de Justicia villamariense y por espacio de unos 50 minutos Barrio hizo referencia al hecho de sangre que, ocurrido a primera hora de la mañana del pasado viernes 29 de diciembre, conmocionó a toda la comunidad mollense.

Asistido por el abogado local Daniel Volpe, declaró extensamente con relación al trágico suceso; negó haber acordado con la víctima que se fueran a encontrar ahí, si no que pasó por el lugar y lo vio sentado a una mesa, e hizo algunas consideraciones que estimó útiles a su defensa penal.

Barrio declaró que ese día iba conduciendo su pick-up Toyota Hilux blanca cuando vio a Martinengo tomando un café en el referido bar, ubicado en la esquina de avenida Libertad (ruta nacional 158) y calle San Martín, por lo que decidió detener su marcha.

El homicida añadió que luego de bajarse de la camioneta fue al encuentro del genetista, reconocido internacionalmente como miembro de la lista oficial de jurados de la Asociación Criadores de Holando Argentino (ACHA), quien además había sido su amigo durante muchos años.

Una tensa charla

Aunque de manera extraoficial, El Diario pudo saber que en el bar, sentados uno frente a otro, mantuvieron una tensa conversación durante unos 15 minutos, aunque sin discutir ni levantar la voz. En esas circunstancias, Barrio le hizo una serie de reproches sobre una cuestión privada vinculada a su familia, incluso haciendo referencia a la amistad que mantenían.

Alrededor de las 7.25, Martinengo dio por terminada la charla en forma unilateral, se levantó y salió del bar. El productor rural hizo lo propio y fue tras sus pasos.

“¡Esperá, no te vayas!”, le dijo con voz firme cuando ambos ya estaban en la vereda. Allí, Barrio lo insultó y, ya sin mediar otras palabras, extrajo del bolsillo del pantalón una pistola marca Bersa, calibre 9 milímetros, y efectuó tres disparos desde menos de tres metros de distancia.

De acuerdo con el informe de autopsia elaborado por el médico forense Gustavo Rodríguez, los proyectiles impactaron en el abdomen, el muslo de la pierna izquierda y el hombro derecho de Martinengo, quien se desplomó en la vereda y falleció desangrado pocos minutos después. Justamente, la causa eficiente de la muerte fue “shock hipovolémico”.

La bala letal fue la que ingresó por el hombro, ya que provocó graves daños en el pulmón derecho y en grandes vasos como la aorta y la vena cava inferior.

Datos personales

En la primera parte de su declaración ante el fiscal Bosio, quien fue asistido por el secretario Juan José Aguilar, Barrio compareció sobre condiciones personales: dijo que nació en Pozo del Molle el 1 de diciembre de 1984, que se domicilia en Cervantes 88 de esa misma localidad, que es soltero (aunque estaba en pareja desde hacía más de 20 años), que es padre de tres hijos, que cursó la  escuela secundaria hasta tercer año y que posee una sociedad de hecho con su hermano Alejandro, que tiene como capital numerosas herramientas para trabajar en el campo.

Además, declaró que no consume drogas, pero sí bebidas alcohólicas, principalmente los fines de semana o en asados con amigos.

Barrio no registra antecedentes penales.

Bajo tratamiento

Luego de que el secretario leyera la acusación que se le atribuye como presunto autor del delito de “homicidio agravado por uso de arma de fuego”, Barrio declaró ampliamente sobre los hechos y, entre otros aspectos, dijo que desde agosto de 2023 estaba bajo tratamiento psicológico por cuestiones estrictamente personales que se habían originado a fines del año anterior.

La noche previa al homicidio, Barrio viajó a la localidad de Sacanta para concurrir a un baile popular y regresó a Pozo del Molle poco antes de las 6 de la mañana.

Este medio pudo saber que, una vez que llegó a su casa, se cambió de ropa (se puso prendas propias de la actividad rural) y colocó la pistola en el bolsillo del pantalón con aparentes intenciones de quitarse la vida.

Perturbado por la situación psicológica que atravesaba, salió del domicilio sin rumbo fijo y, luego de recorrer algunas calles del pueblo, se cruzó con Martinengo, quien iba conduciendo su Renault Oroch gris. Pocos minutos después lo vio sentado en el bar Punto y fue allí que decidió bajarse para hablar con él.

Por otra parte, este medio pudo saber que Barrio respondió las preguntas que le hicieron tanto el fiscal Bosio como el abogado Volpe sobre el final de la indagatoria y en todo momento prestó colaboración durante la medida procesal.

Finalmente, cabe señalar que el confeso homicida es socio del Club de Cazadores de Pozo del Molle, en el que practicó tiro a la hélice e incluso participó de competencias donde se destacó por su puntería.