La nueva tasa de política monetaria pasa a ser la de pases pasivos al 100% anual; para los plazos fijos cae del 133% al 110% anual, al tiempo que reclama a los bancos continuar con la oferta de los instrumentos que ajustan por inflación (UVA)
Pese a la fuerte aceleración que mostró y muestra la inflación en las últimas semanas, la nueva gestión del Banco Central (BCRA), que encabeza el economista Santiago Bausili, resolvió hoy reducir las tasas de interés en pesos referenciales para el mercado.
Lo hizo al anunciar que desde mañana, la nueva tasa de política monetaria estará fijada por la que le paga a los bancos por tomarse préstamos a un día, es decir, la de pases pasivos. Se trata de un instrumento de corta duración, cuyo interés ya había reducido la semana pasada del 126% al 100% nominal anual.
A su vez, y dado el “contexto de un excedente significativo de liquidez y de elevada inflación”, el directorio de la entidad “consideró prudente mantener una tasa mínima para los depósitos a plazo fijo, que decidió establecer en 110% nominal anual”. En los hechos, supone recortar en 23 puntos (estaba en 133%) el interés que estaban obligados a pagar los bancos por los depósitos tradicionales de este tipo captados del público, al trasladar la renta que obtenían por sus inversiones en las Letras de Liquidez (Leliq).
Esto está vinculado, precisamente, a la próxima desaparición de las Leliq, dado que en el mismo comunicado el BCRA anuncia que “decidió dejar de realizar licitaciones” para ofrecer estos títulos entre bancos, dado que serán “las operaciones de pases pasivos su principal instrumento de absorción de excedentes monetarios” y de fijación de la nueva “tasa de referencia”.
Para compensar este perjuicio que se le provoca a los ahorristas tradicionales, el BCRA llama a los bancos a continuar ofreciendo al público “depósitos a plazo fijo ajustables por UVA”. En ese esquema, eliminó la tasa mínima del 122% que regía para los que se pactaban en modalidad “precancelable”, en un intento por otorgarle “previsibilidad a la disponibilidad de los recursos”.
“Entiendo que todo forma parte del plan para fortalecer al peso acabando con la emisión monetaria vinculada al pago de intereses de la enorme deuda remunerada que heredaron: De allí que anuncien el fin de las Leliqs para intentar, con ello, despejar el balance del bcra y llevar la operatoria a la Hoja del balance del Tesoro. A nivel consolidado (BCRA+Tesoro) no cambia nada. Ahora habrá que cumplir la promesa de un drástico ajuste fiscal que haga que sea sustentable la deuda que pasará a estar en cabeza del Tesoro ahora”, explica el economista y consultor Leonardo Chialva, de Delphos Investment.
“Tiene que ver con asegurar la migración de pases y Leliqs a deuda del Tesoro y aprovechando la baja de tasas para licuar parte los pasivos que queden, de modo de comenzar a limpiar el balance del BCRA. Es fundamental que esto se realice mientras está vigente el cepo, porque sino tendríamos fuerte inestabilidad cambiaria”, explica por su parte el economista Santiago Manoukián, de Ecolatina.
En el caso de los ahorristas, se los invita vía incentivo de precios a ir cambiando los plazos fijos tradicionales que vayan venciendo por plazos fijos UVA (ajustables por inflación) desalentando la opción de precancelación. De este modo, se trataría de pasar colocaciones que hoy están realizadas al menor plazo posible (30 días) por otras que se realicen a tres meses (90), es decir, el plazo en que se espera que la inflaciòn sea más alta.
“Sin emisión y con más pesos ociosos inmovilizados en este tipo de colocaciones, el apretón monetario sería fuerte y ayudaría a comenzar a bajar la inflación, una vez termine el proceso de reacomodamiento de los precios relativos en marcha. Claro que, para esto, deberán persuadir a los bancos para que dejen de bloquear los PF UVA”, indicó un agente bursàtil.
El resto del programa
En el documento denominado “Nueva tasa de política monetaria y esquema de gestión de liquidez”, la entidad rectora del sistema bancario local asegura que adoptó estas decisiones “con el propósito de clarificar y simplificar la señal de tasa de política monetaria” y “racionalizar el esquema de gestión de liquidez”.
“Al centralizar sus operaciones en un solo instrumento y ser su tasa de política la única tasa de interés de referencia, se busca hacer más clara la señal de política monetaria y fortalecer su transmisión al resto de las tasas de interés de la economía”, insiste.
Las medidas se conocieron cuando el mercado espera conocer las condiciones del llamado a licitación de deuda pública en pesos que publicará en breve el Ministerio de Economía. Con dicha subasta, que incluirá la emisión de una letra a tasa fija y corto plazo, comenzará el proceso de migración de pasivos remunerados del BCRA a deuda del Tesoro Nacional.
Precisamente con esto está relacionado el Decreto 56/2023 publicado esta mañana en el Boletín Oficial, que autoriza la emisión de instrumentos de deuda pública por hasta un valor de $2 billones para afrontar las emisiones con vencimiento corto -2024- y su plazo de amortización inferior a 90 días.
También la Comunicación “A” 7921 por la que el propio BCRA dispuso que los títulos públicos nacionales que los bancos adquirieran desde ahora “por suscripción primaria” y que “cuenten con opciones de liquidez” que les haya vendido “estarán excluidos de los límites crediticios previstos en las normas sobre `Financiamiento al sector público no financiero´”.
En el comunicado publicado por la tarde, por si fuera poco, aclara al respecto que seguirá realizando “operaciones de inyección de liquidez”.
“El BCRA seguirá ejerciendo la posibilidad de realizar pases activos y ofrecer puts sobre instrumentos del Tesoro que el BCRA considere adecuados. El Directorio dispuso, a través de la Comunicación A 7921, que aquellos títulos susceptibles de ser vendidos al BCRA por el mecanismo de put no computarán a efectos del límite de fraccionamiento crediticio al sector público”.