Radio Vive

INVESTIGABAN AL SACERDOTE POR TENENCIA DE PORNOGRAFÍA CON NIÑOS

Cercado por una causa judicial, un cura se fue sin dejar rastros

El Diario de Villa María

Luiz Carlos De Souza es un sacerdote de origen brasileño que cumplía funciones en Villa María, está siendo investigado por tenencia de pornografía infantil. Después del allanamiento, el cura se fue sin que nadie sepa su paradero

jueves, 30 de noviembre de 2023 · 07:30

En el marco de una investigación por grooming (acoso sexual a niños, niñas y adolescentes a través de medios digitales), la Justicia de Villa María detuvo la semana pasada a un joven de 23 años, Dylan Moscarello.

Al abrir el teléfono del acusado, encontraron que distribuía imágenes de contenido sexual con niños como protagonistas involuntarios.

Entre los contactos frecuentes a quien le enviaba esas imágenes, había un número telefónico que llamó la atención: el del sacerdote de la orden trinitaria Luiz Carlos De Souza.

Para ampliar la investigación, la fiscal Juliana Companys allanó la sede de la congregación en Villa María y tras una minuciosa revisación de las pertenencias del cura de origen brasilero, le secuestraron el teléfono. Las imágenes habían sido borradas, por lo que enviaron el dispositivo a analizar para recuperar el contenido.

Las autoridades eclesiales le pidieron a De Souza que se quedara en Villa María para estar a disposición de la Justicia, pero le impidieron dar misa.

En ese contexto es que De Souza se fue de la casa que habitaba sin dejar rastros.

 

Comunicado del obispado

“El Obispado de Villa María y la Orden de la Santísima Trinidad comunican que  Luiz Carlos de Souza (Orden de la Santísima Trinidad y los cautivos), está siendo investigado por una Fiscalía a raíz de una causa de pornografía infantil. Dicho sacerdote abandonó la parroquia y casa religiosa sin ningún aviso ni permiso, cuando sus autoridades eclesiásticas le habían ordenado que permaneciera a disposición del poder judicial, aunque no hubiese imputación u orden de detención”.

Ante estos hechos, el obispo de Villa María, Samuel Jofré, inmediatamente lo removió de su oficio de párroco y los superiores de la orden religiosa lo suspendieron para todo ministerio sacerdotal.