La historia de la Franja de Gaza, el antiguo territorio del Imperio Otomano que los palestinos consideran «la mayor cárcel al aire libre» del mundo
Fuente: BBC News Mundo
El ataque sin precedentes del grupo militante palestino Hamás contra Israel el pasado fin de semana, fue lanzado desde uno de los territorios más densamente poblados y empobrecidos del mundo.
En la Franja de Gaza se han librado una larga serie de conflictos armados, incluidas algunas de las guerras que han definido la historia reciente de la región.
Durante décadas, la tensión entre Israel y Hamás -que controla Gaza desde 2007- ha sido constante, pero el ataque de los militantes palestinos el 7 de octubre tomó a todos por sorpresa.
Hamás disparó miles de cohetes contra Israel mientras decenas de combatientes traspasaron la frontera e invadieron comunidades israelíes, matando a centenares de personas y tomando cautivos a otras.
Israel respondió con ataques masivos contra Gaza.
Ha sido descrito como el ataque transfronterizo más grave que Israel ha enfrentado en más de una generación y la operación más ambiciosa que Hamás ha lanzado desde Gaza.
¿Cuál es la historia de este lugar, que organizaciones de derechos humanos y los propios palestinos califican como la prisión al aire libre más grande del mundo?
Tierra de ocupaciones
En septiembre de 1992, el entonces primer ministro israelí Isaac Rabin, asesinado por un judío extremista en 1995, comentó ante una delegación estadounidense: «Me gustaría que Gaza se hundiese en el mar, pero eso no va a suceder, así que hay que encontrar una solución».
Más de 30 años después, esa solución no aparece.
La Franja de Gaza es un territorio de 41 kilómetros de largo y 10 kilómetros de ancho ubicado entre Israel, Egipto y el Mar Mediterráneo.
Es el hogar de alrededor de 2,3 millones de personas y tiene una de las densidades de población más altas del mundo.
Y tiene una larga historia de asedios y ocupaciones que se remonta 4.000 años atrás.
Ha sido gobernada, destruida y repoblada por diversas dinastías, imperios y pueblos, desde el Antiguo Egipto -cientos de años antes de Cristo- hasta caer en manos del Imperio otomano en el siglo XVI.
Fue conquistada por Alejandro Magno, el Imperio romano o el general musulmán Amr ibn al-As, cambiando de fe religiosa y alternando periodos de prosperidad y declive.
Gaza fue parte del Imperio otomano hasta 1917, año en que quedó bajo mandato de los británicos, que se comprometieron a facilitar la formación de un reino árabe unificado.
Durante la Primera Guerra Mundial, británicos y turcos llegaron a un acuerdo para el futuro de la Franja de Gaza y la mayoría de los territorios árabes asiáticos que pertenecían al Imperio otomano.
Pero durante la Conferencia de Paz de París de 1919 las potencias europeas vencedoras impidieron la creación del prometido reino árabe unificado y establecieron una serie de mandatos que les permitieron repartirse y tutelar toda la región.
Así, la Franja de Gaza entró a formar parte del Mandato británico de Palestina, autorizado por la Sociedad de Naciones, que se extendió entre 1920 y 1948.
Guerras y reparto de territorios
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, los británicos decidieron trasladar la decisión sobre Palestina a la recién creada Organización de Naciones Unidas (ONU).
El organismo aprobó en 1947 la resolución 181 por la que Palestina se dividía así: el 55% del territorio para los judíos, Jerusalén bajo control internacional y el resto para los árabes (incluida la Franja de Gaza).
Esta resolución, que entró en vigor en mayo de 1948, ponía fin al Mandato británico de Palestina y daba lugar al nacimiento del estado de Israel.
Casi de inmediato comenzaron los enfrentamientos, que desembocaron en la guerra árabe-israelí de 1948.
El conflicto ocasionó cientos de miles de refugiados palestinos que terminaron asentándose en la Franja de Gaza.
Con la firma del armisticio, Gaza quedó ocupada y administrada por Egipto hasta 1967, año en que estalló la Guerra de los Seis Días que enfrentó a Israel con una coalición árabe formada por la República Árabe Unida -antigua denominación oficial de Egipto y Siria-, Jordania e Irak.
Tras la victoria en este conflicto, Israel ocupó la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, desencadenando una serie de violentos enfrentamientos que llegan hasta nuestros días.
La primera intifada (levantamiento) de los palestinos contra los israelíes surgió en Gaza en 1987, el mismo año en que se fundó el grupo islamista Hamás. Posteriormente se extendió a los otros territorios ocupados.
Los Acuerdos de Oslo de 1993 entre israelíes y palestinos dieron lugar a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y le concedieron una autonomía limitada a Gaza y partes de la Cisjordania ocupada.
Israel retiró sus tropas y a unos 7.000 colonos de la Franja de Gaza en 2005, después de una segunda y mucho más violenta intifada.
Un año después, Hamás logró una clara victoria en las elecciones palestinas, lo que desató una violenta lucha de poder en 2007 entre Hamás y el partido Fatah, liderado por el presidente de la ANP, Mahmud Abbas.
El grupo militante resultó victorioso en Gaza y desde entonces se ha mantenido en el poder en la Franja, sobreviviendo a tres guerras y a un bloqueo de 16 años.
Hamás ha jurado destruir a Israel y quiere reemplazarlo con un Estado islámico.
En los últimos años ha atacado territorio israelí con miles de cohetes y ha llevado a cabo otros ataques mortales.
Hamás en su conjunto, o en algunos casos su ala militar, está designado como grupo terrorista por Israel, Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido, así como por otras potencias. Cuenta con el respaldo de Irán, que lo financia y le proporciona armas y entrenamiento.
El bloqueo
Tras la llegada de Hamás al poder Israel y Egipto impusieron un bloqueo terrestre, aéreo y marítimo sobre Gaza.
A pesar de los pedidos de las Naciones Unidas y de los grupos de derechos humanos, Israel ha mantenido el bloqueo desde 2007.
El bloqueo ha tenido un efecto devastador sobre los civiles palestinos que enfrentan fuertes restricciones de movimiento.
Israel prohíbe a los palestinos entrar o salir de la zona «excepto en casos extremadamente raros, que incluyen condiciones médicas urgentes que ponen en peligro la vida y una lista muy corta de comerciantes», según B’Tselem, un grupo israelí de derechos humanos.
Human Rights Watch comparó las condiciones en Gaza con “una prisión al aire libre”, refiriéndose a la restricción de movimiento que Israel impone a los palestinos allí.
Israel dice que el bloqueo, que le otorga el control de las fronteras de Gaza y que también aplica Egipto, es necesario para proteger a los ciudadanos israelíes de Hamás.
El Comité Internacional de la Cruz Roja considera ilegal el bloqueo y dice que viola la Convención de Ginebra, acusación que los funcionarios israelíes niegan. La ONU, varios grupos de derechos humanos y juristas, citando el bloqueo, consideran que Gaza todavía está bajo ocupación militar por parte de Israel.
Para intentar eludir el bloqueo, Hamás construyó una red de túneles que utiliza para introducir bienes y armamento en la Franja y también como centro de comando subterráneo.
Israel ve estos túneles como una amenaza y a menudo los marca como objetivos de ataques aéreos.
En el umbral de pobreza
Al limitar las importaciones y casi todas las exportaciones, el bloqueo de 16 años de Israel ha llevado la economía de Gaza al borde del colapso, con tasas de desempleo superiores al 40%, según el Banco Mundial.
Más del 65% de la población vive por debajo del umbral de pobreza, según la ONU, y el Programa Mundial de Alimentos considera que el 63% de la población de Gaza está en “inseguridad alimentaria”.
La mitad de los palestinos que viven en Gaza tienen menos de 19 años, pero tienen pocas o ninguna perspectiva de crecimiento socioeconómico y un acceso limitado al mundo exterior.
Existe poco apoyo para una generación de niños que «viven con los efectos psicológicos a largo plazo de la exposición constante a la violencia», según un informe de la ONU, que describe un aumento de los problemas de salud mental, incluida la depresión, entre los jóvenes que viven en la Franja de Gaza.
“El cierre de Gaza impide que personas profesionales y talentosas, con mucho que dar a su sociedad, aprovechen oportunidades que la gente en otros lugares da por sentadas”, dijo Human Rights Watch en un informe de 2021.
“Impedir que los palestinos en Gaza se muevan libremente dentro de su tierra natal obstaculiza la vida y subraya la cruel realidad del apartheid y la persecución de millones de palestinos”.
Hoy en día, con 2,3 millones de palestinos viviendo en aproximadamente 360 km2, Gaza es “uno de los territorios más densamente poblados del mundo”, según Gisha, una organización no gubernamental israelí.
Según la ONU, casi 600.000 refugiados viven en ocho abarrotados campamentos en el territorio.
En promedio en una ciudad como Londres la densidad de población es de unas 5.700 personas por kilómetro cuadrado, pero en la ciudad de Gaza la cifra sube a más de 9.000.
En 2014 Israel declaró una zona de defensa a lo largo de la frontera para protegerse de los ataques de cohetes e incursiones de los militantes islamistas.
Esa delimitación redujo la cantidad de tierra disponible en el territorio para viviendas o granjas.
Los cortes de electricidad son un evento cotidiano en Gaza.
Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), la mayoría de las casas solo tienen electricidad tres horas al día.
La Franja obtiene la mayor parte de su electricidad de Israel, además de algunas aportaciones de la única planta de energía de Gaza y una pequeña cantidad de Egipto.
La mayor parte de los habitantes de Gaza también sufren escasez de agua y viven con un sistema público de salud en situación precaria.
La ANP es responsable de la atención sanitaria en los territorios palestinos. Y según la OCHA el bloqueo de Israel y Egipto, combinado con una menor inversión de la ANP en salud y el conflicto político interno entre la ANP y Hamás son los responsables.
La ONU ayuda gestionando 22 centros de salud. Pero varios hospitales y clínicas han sido dañados o destruidos en choques previos con Israel.
Ahora, a raíz del último ataque de Hamás, se espera que las condiciones de los civiles en Gaza y la infraestructura del territorio empeoren drásticamente.