El Juzgado en lo Civil, Comercial y Familia de 2° Nominación de Bell Ville designó como guardadora de una adolescente de 17 años a la pareja de su difunto abuelo, quien ocupó un lugar primordial en su vida, desde temprana edad.

La solicitud de guarda judicial fue iniciada por el abuelo materno de la joven, no obstante, tras su fallecimiento, su pareja conviviente persistió con la petición.

En el expediente se probó que la mujer, pese a no ser pariente de la adolescente, «se ha encargado de su crianza, educación y salud»; y que ambas se han mantenido «unidas en base al cariño y al respeto».

De esta manera, el pedido de guarda judicial fue resuelto teniendo como eje central el interés superior de la joven, además de evaluar las cualidades personales de la guardadora, así como el aspecto habitacional, las condiciones socio-económicas y la calidad del vínculo que mantiene con la menor.

Finalmente, la jueza Valeria Guiguet concluyó que la abuela del corazón de la adolescente era “su única referente afectiva, luego del fallecimiento de su abuelo”.