Fuente: La Nación
Prohíbe la subrogación de vientre en el país y suma penalizar con multas o cárcel a quienes realicen el proceso en el extranjero; pasó al Senado
LA NACION
ROMA.- La Cámara de Diputados aprobó este miércoles el proyecto de ley que buscar reforzar la prohibición de la gestación subrogada haciéndola ilegal incluso cuando se lleva adelante en el extranjero, una medida muy cuestionada por la comunidad LGBT+ y catalogada como una “vergüenza legal” y “crueldad universal” por la oposición.
El proyecto de ley, presentado por el partido Fratelli d´Italia (FDI) -de extrema derecha al que pertenece la actual primera ministra Giorgia Meloni– fue aprobado en diputados por 166 votos a favor, 109 en contra y 4 abstenciones. Ahora quedará en manos de la Cámara de Senadores si entra o no en vigor.
El texto retoma una ley de 2004 que prohíbe la gestación subrogada en el país, pero va más allá y la considera un delito que puede ser perseguido por la justicia italiana incluso si se lleva a cabo en el extranjero.
Italia tiene una de las leyes más restrictivas de Europa contra la subrogación y actualmente prevé que cualquiera que “realice, organice o divulgue” la gestación subrogada en el país se expone a una pena de prisión de tres meses a dos años y una multa que oscila entre los 600.000 y un millón de euros.
Eugenia Roccella, la ministra de Familias, declaró hoy en una manifestación en apoyo al proyecto: “Hoy es importante porque pone a Italia al frente de la defensa de las mujeres y los niños a nivel internacional. Esperamos que esta votación abra un debate global sobre esta práctica para llegar a su abolición”.
Aunque las cifras oficiales no están del todo claras, se cree que un gran número de parejas heterosexuales que no pueden tener hijos recurren a este método fuera de Italia.
No obstante, el nuevo proyecto de ley acumuló oposición de la comunidad LGBT+, que advirtió sobre el peligro para los derechos civiles que presenta el gobierno de Meloni, que enfatiza los valores de las familias católicas tradicionales, y temen que erosione los derechos adquiridos hasta ahora.
El martes, varios cientos de personas protestaron frente al Panteón en el centro de Roma contra la propuesta de ley.
“En vez de ocuparse del clima (…), incendios, problemas graves (…), el gobierno se ocupa de esas cosas que conciernen a poca gente”, dijo Mario Colamarino, de 32 años, quien se identificó como un hombre homosexual que denuncia la “homofobia estatal”.
Riccardo Magi, el líder del pequeño partido de izquierda Più Europa, dijo durante el debate que la medida pone a Italia “en desacuerdo con otros países soberanos” ya que “ningún ciudadano europeo puede ser condenado por una acción que no es un delito en el país donde se comete”.
“Siempre ha sido así en la historia de los derechos civiles: donde hay clandestinidad, donde hay prohibición, hay falta de transparencia y ha explotación”, agregó Magi.
La ley “no protegerá a las mujeres de la explotación, arrojará a los padres a la cárcel y privará a los niños de sus padres”, sostuvo Più Europa, que consideró la ley “una crueldad universal”.
“Es evidente para todos que esta vergüenza legal es un gran arma de distracción masiva, desplegada en un momento en que Italia arde en el sur y sufre tormentas sin precedentes en el norte”, apuntó por su parte Alessandro Zan, diputado del Partido Demócrata de centroizquierda.
Elisabetta Gardini, miembro de Fratelli d´Italia, cuestionó a la oposición durante el debate del miércoles, calificando a la subrogación como “un útero en alquiler” que “insulta la dignidad de la mujer y pisotea los derechos de los niños”.
Las uniones civiles están permitidas en Italia desde 2016, pero las parejas del mismo sexo no pueden casarse ni adoptar.
Hasta ahora, los italianos podían viajar a países donde se permite la subrogación de vientre, como Estados Unidos, para realizar el proceso. Pero este asunto es parte de un problema de mayor amplitud en el país, ya que Italia no tiene una ley para reconocer a los hijos de parejas del mismo sexo.
Con lo cual, los niños nacidos por vientre subrogado en el extranjero permanecían en un limbo legal, con sólo un progenitor inscrito en su certificado de nacimiento, lo que obligaba al otro a llevar a cabo un proceso de adopción tedioso y costoso.
A falta de una política clara, algunas ciudades como Milán, Turín y Padua, habían registrado los hijos de parejas del mismo sexo, concebidos en el extranjero mediante este proceso, hasta que una directriz del Ministerio del Interior lo prohibió en abril.
Agencia AFP