En el año 2014,l a óptica María Rosa Morini, realizó una muy relevante investigación para poner disposición de la comunidad la semblanza de aquellos médicos que hicieron del hospital de Pozo del Molle uno de los mas reconocidos por su servicio en salud.
Una de las figuras de esta historia de la salud en Pozo del Molle es el Dr. Luis Alberto Guerberoff, quien ha fallecido en el día de ayer.
A modo de reconocido homenaje, quisimos publicar en nuestros medios este trabajo tan completo y valioso. destacando el enorme reconocimiento que recibió el Dr. Guerberoff en vida a través de cada una de estas palabras.
El trabajo se denomino El Arte de Curar Hospital Municipal Dr. Raul Dobric y a continuación transcribimos las páginas destinadas a tan ilustre profesional que se ganó el corazón y el respeto de Pozo del Molle.
Nacido en Villa Concepción del Tío, provincia de Córdoba el 9 de mayo de 1940. Sus estudios primarios los realizó en El Arañado, el ciclo básico secundario en la Escuela Normal Dalmacio Vélez Sarsfield de La Varillas y los completó en el Colegio Dean Funes de Córdoba.
En el año 1982 se graduó de medicina en la Facultad de la Univ. Nacional de Córdoba. Ex practicante mayor del Hospital Córdoba y de la Asistencia Pública de la Municipalidad de Córdoba. Realizó varias campañas sanitarías en la provincia. Participó una del departamento San Justo llegando hasta las Varillas, surgió la idea de llegarse hasta Pozo del Molle, acto que realizó con un familiar y visita a estudiantes amigos de la secundaria.
En el año 1963 el Dr. Guerberoff llegó a Pozo del Molle y desde entonces trabajó en el hospital como agreado. Instaló su consultorio particular en la calle Urquiza 153 y se agregó al hospital de Pozo del Molle ad honorem, atendiendo consultas, guardias y urgencias.
Se casó con Ana María Aguirreomezcorta, sus hijos se llaman Pablo Luis, Gustavo Ricardo , María José y Cesar. Luego llevó su consultorio a la Clínica Mario Fontana en calle Sarmiento 33.
Desde el año 1964 el Dr. Guerberoff fue profesor de historia en Tercer año y de Anatomía durante un año en Agronomía en el Instituto Secundario Manuel Belgrano durante quince años.
En el año 1971, luego del fallecimiento del Dr. M Fontana quedó como médico a cargo de la Dirección del hospital Vecinal Dr. Raul Dóbric. Que contaba con la prestación de servicios clínicos de cirugías mayor y menor, obstetricia, control de salud y odontológicos.
En su periodo tuvo constituida la comisión directiva y luego se forma la cooperadora del hospital, conformada por vecinos muy colaboradores, realizando actividades a beneficio para ayudar al mantenimiento y refacciones edilicias.
En la década del 70 comenzaron en el hospital las intervenciones quirúrgicas de nivel medio a cargo del cirujano Dr. Héctor Rujisnky y el Dr. Juan B. Roland, como anestesista. También en 1974 se suma al área el Dr. Raul Venturi , quien con vocación y servicio atendió por casi cuarenta años a los pacientes del hospital, hasta su jubilación, al igual que el Dr. Amilcar Defranceschi.
El Dr. Guerberoff dice: «Se cumplía con todas las funciones sanitarias, vacunaciones, partos, cirugías de urgencias y mediana complejidad; se asistía en servicios complementarios y cuando no podían realizarlos en el hospital se asistían en el sanatorio como pacientes hospitalarios.»
En 1980, inaugura su propia clínica con el nombre de su padre C Dr. Luis Guerberoff , en calle Raul Dobric 488 . En 1980 el Dr., conociendo de cerca la problemática de los ancianos hospitalizados transmite al intendente Héctor Bluma como una necesidad y conveniencia el eco de crear un espacio para ellos. Así se inicia la idea de hacer un geriátrico al lado del hospital para albergar a desvalidos sin posibilidades ni recursos, ni familiares a los cuales integrarse. En abril de 1982 se firma la conformidad con el Intendente Interino Walter Asín y desde junio de 1982 se inicia la construcción con el Intendente Segundo Audisio. Se formaron dos comisiones con el apoyo de damas y hombres que recibieron la colaboración de la comunidad, hasta terminar la obra en 1986, siendo intendente Omar Bosio, que se inauguró con el nombre de albergue Sagrada Familia.
De diciembre de 1997 consta en el Museo Pablo Recla un recordatorio en cuero que dice: «Al Dr. Luis Guerberoff en su 25º aniversario al servicio de la Vida. Movimiento familiar Cristiano. Amigos de Pozo del Molle.»
La última etapa de su labor en hospital hasta el momento de su jubilación en 1994, el Dr. Guerberoff la hace como médico designado. Fueron años de entrega a esta importante institución pozomollense, movido siempre por sus vocación de servicio.
Cultivó el arte, lo hizo en el área de teatro, dando funciones de instituciones locales, en la provincia y participando en encuentros nacionales
Se destacó por el ser el actor principal en «Médico a Palos» de Moliere, que fue premiada. También es autor y representó la obra de teatro Pate de Foie, muy reconocida.
Sabemos de su especial predilección por la lectura y es escritor de poesías. Por una de ellas, Brindis, recibió primer premio en 1994 , ente de Paz, participando de un concurso en Barcelona España.
En 1996 se abre la Biblioteca Popular Luis Guerberoff, que lleva su nombre, surgido por una encuesta popular. Allí se reúne el grupo literario «Sentires», del cual el Dr. fue un integrante muy activo. Dio charlas en instituciones educativas en el nivel primario y secundario sobre prevención de enfermedades.
En el año 2006 fue nombrado padrino de la escuela Primaria Francisco Malbrán por su incondicional colaboración profesional. Ejerció como médico hasta jubilarse.
En ese año fue nombrado colaborar de cultura, por la municipalidad local. Una actividad social muy importante, además desde ese año junto a su esposa, son Ministros de la Eucaristía visitando a los ancianos, los discapacitados y en la parroquia local son docentes de Catequesis.
Hoy lo recuerda Vilma Reina, por la humildad y sencillez con que atendía s a sus pacientes. Su familia fue siempre atendida en el hospital. Comenta que su hijo era delicado de salud y acudía reiteradas veces a consultarlo, así fuera día de lluvia o muy frio o de noche por una urgencia el Dr. Luis Guerberoff siembre llegaba con una sonrisa, le daba una palmaditas en el brazo y el le decía: «Todo va a estar bien». Recuerda que si el paciente estaba internado se quedaba en la sala hasta que se mejorara, así fuera durante el día o la noche. Mirta dice que las veces que estuvo enferma el Dr. Luis le hablaba la tranquilizaba y «nos hacia sentir bien.» Con afecto recuerda y reitera el amor que el doctor tenía por sus pacientes.
Doña Rosa Tosi de Rossetto recuerda al Dr. Guerberoff y dice: «Es buenísimo, desde que llegó a Pozo del Molle en su primer consultorio en calle Urquiza 153, donde su esposo iba a avisarle porque no tenía teléfono, el Dr. acudía de inmediato y llegaba de a pie a su domicilio. En el año 1965 atendió a su hija Liliana por afecciones bronquiales. Siempre se acercaba amistoso haciendo bromas o contando cuentos o anécdotas. Era muy querido por los niños. Más cuando lo llevaban a las vacunaciones en el hospital. Hoy Rosa vive en Las Varillas y expresa que el Dr. Luis «fue muy amable con nosotros y lo recuerdo siempre con mucho cariño».
Auro Picco vivía en la zona rural. El Dr Luis era medico de cabecera de su familia. Recuerda que al comienzo sabia visitar a los enfermos en bicicleta. Atendió a su esposa Nelly, iba a visitarla sin avisarle a cualquier hora del día y se sintieron muy acompañadas durante su enfermedad. Dice que fue un excelente médico y como persona sigue teniendo largas conversaciones. A los pacientes les daba confianza. El es muy familiar aún hoy nos vemos y nos saludamos con mucho respeto y siempre sonriendo. Walter Asín recuerda que fue atendido por el Dr. Luis Guerberoff por la obra social ferroviaria. Anteriormente estos servicios asistenciales los efectuaba el Dr. Hidalgo. Asín recuerda la buena atención dentro de las limitaciones que había en la época, sin ambulancia, sin instrumetal tecnológico. Conocía la predisposición del Dr. Guerberoff como director. Participó en la comisión del del hospital que se transformó luego en cooperadora. Walter Asín recuerda que salían a pedir al vecindario , organizar ravioladas para comprar insumos para el funcionamiento y dar mejor servicio a la sociedad.
Violanda Cristori de Bigliani comenta que su familia fue muy sana. Por ello solo acudía al consultorio del Dr. Luis Guerberoff para el control médico de rutina. En el año 2003 cuando se le diagnosticó a su esposo Armando una gran anemia, el Dr. se acercó al domicilio de su hija para comentarle el proceso y tratamiento de su enfermedad. Fue muy contendida la familia y durante tres meses lo asistió de cerca , en todo lo que necesitaba. Violanda lo reconoce muy atento, venía a veces sin llamarlo y lo acompañó a mi marido hasta las últimas horas de su vida.
Desde el principio del 2015 ella recibe todos los jueves la eucaristía que el Dr. Luis y su esposa Ana Maria le llevan a su domicilio y rezan juntos. Ella está encantada, se llena de emoción y se alegran cuando se prepara para recibirlos.
Ofelia Bongiovani de Truccone relata que del Dr. Luis la atendió en sus dos últimos partos. Cuando su madre Ilda enfermo, la familia se sintió muy acompañado. Le tenia confianza plena porque con su palabra le da seguridad. Lo reconoce como un ser espiritual , caritativo, desinteresado y cariñoso. Ofelia dice que los visita como amigo que es el primero en llegar ante las vicisitudes cotidianas y difíciles de la vida. Los acompaña y da palabras de aliento. Tiene es chispa y forma espontaneas para bromear que los caracteriza. Muestra la caridad especialmente frente a los que sufren como Ministro de Eucaristía llevando la comunión a domicilio a las personas que no pueden asistir a misa y es catequista.
Laura Noriega comenta que tiene presente al doctor por su padre, que le contaba que lo conocía desde que había llegado al pueblo diciendo que no cambió en nada. Una persona bondadosa, humilde, siempre ase dedicó al paciente y se dedicó maravillosamente a su vocación. Nunca se fijó en horarios, hoy sigo compartiendo reuniones con el en la biblioteca y sigue siendo ese ser excepcional.
Comento que del 19 de septiembre de 1973 guardo un folleto que es el de la estudiantina del Instituto general Manuel Belgrano donde presentamos dos oras de teatro, la Cómica «Quién, Yo?» de Dalmiro Saenz, comenzaba el reparto por orden de aparición: miembros de jurad: Luis Guerberoff y los demás éramos alumnos de Cuarto y Quinto de Agronomía dentro de los que me incluyo. Tengo el mejor recuerdo de las oras compartidas en los ensayos con el Dr. Luis y todo el grupo. Además fue mi profesor de historia Argentina en Tercer Año, materia con la cual nos estimuló a valorar nuestro país. Como médico recuerdo cuando un sábado por la noche en horario inoportuno tuvimos una urgencia con una de nuestra hija y el doctor, llegó de inmediato a salvar las circunstancias y tranquilizarnos con su gran bonhomía. Compartimos con el doctor Luis y su esposa Ana María la comisión pro edificio del Albergue Sagrada Familia durante dos años, con total predisposición en la entrega al trabajo para tan digna obra para nuestro pueblo.
Hoy seguimos disfrutando de la alegría de los recuerdos y generando en el andar nuevas propuestas. Admiro la misión de ser Ministro de la Eucaristía. Considero que es un Ser humano dotado de múltiples condiciones para dejar en la vida una huella imborrable de buenas actitudes. Le tengo un enorme aprecio. María Rosa Morini.