El inicio del juicio con jurados populares por el homicidio Daniel Casermeiro (61), que estaba previsto para el próximo lunes 7 de noviembre, fue postergado para el jueves 10 de noviembre a las 9, debido a que el único imputado, Gerardo Luis Gette, cambió de defensa y ya no será representado por los abogados varillenses José Valverde y Fernando Martini, según informó este viernes la Cámara del Crimen de San Francisco.

Los jueces evaluarán las pruebas presentadas por la Justicia, en tanto que no habrá parte querellante ya que la familia del médico ginecólogo asesinado no se presentó como tal en el proceso de investigación. Como fiscal de Cámara oficiará Consuelo Aliaga. También se conoció que uno de los vocales de la Cámara del Crimen, Claudio Requena, se apartó del proceso por imparcialidad ya que mantenía una amistad con la víctima, por lo que el tribunal quedará conformado por los vocales Guillermo Rabino y Alejandro Acuña y excepcionalmente, la jueza de Ejecución Penal, Teresa Garay.

Una vez terminado el proceso, se leerá la sentencia del juicio donde se condenará o se absolverá al imputado. Gette está acusado por doble homicidio calificado (por usar arma de fuego y por la alevosía). En caso de condena, le cabría una sola pena: la prisión perpetua.

El caso

Tras ser visto por última vez con vida el 19 de diciembre de 2019, el cuerpo de Casermeiro apareció una semana después al costado de la vieja ruta a Luxardo, en cercanías de la balanza que días antes había sido allanada y que sería propiedad del médico. En otro campo de maíz, antes había sido hallado el auto BMW blanco en el que se trasladaba la víctima. En el baúl permanecía intacta una fortuna entre efectivo y joyas.

Gette fue detenido esa misma noche, posteriormente fue procesado por la Justicia que considera que fue el único autor material del crimen.

El ginecólogo había desaparecido poco antes de las 10 cuando abandonó el consultorio en el Sanatorio Argentino dejando a la espera pacientes, luego realizó un trámite bancario y por la tarde planeaba cerrar un negocio inmobiliario para el cual ya había pactado un encuentro con un ingeniero civil, aunque nunca se concretó.

La autopsia determinó que había sido ejecutado por la espalda con balazo calibre 22. El disparo fue en la nuca. Fue un asesinato a traición.