Fuente: La Voz de San Justo
Mónica Gilli, presidenta del Colegio de Abogados, analizó la realidad de los matriculados, los cambios tecnológicos y el impacto que tiene en la profesión el descrédito en la Justicia. Advirtió que «a veces se ve al sistema judicial a través de los ojos de Buenos Aires» y que «no todos los jueces son Comodoro Py».
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Mónica Gilli repasó los temas que se debaten en la profesión.
Como cada 29 de agosto se conmemora hoy el Día del Abogado en la Argentina, una profesión cuyo colegio agrupa 740 matriculados aproximadamente en el departamento San Justo.
Desde la entidad tienen previsto una serie de actividades por la fecha, las que comenzaron el sábado pasado con una jornada deportiva y continuarán hoy con el acto académico a las 11 donde se entregarán plaquetas a quienes cumplieron 25 y 50 años de profesión.
LA VOZ DE SAN JUSTO entrevistó a la presidenta del Colegio de Abogados de San Francisco, Mónica Raquel Gilli, quien analizó la realidad de los profesionales, los cambios tecnológicos, la reforma del Consejo de la Magistratura y la propuesta para ampliar la Corte. También, el impacto que tiene en la Abogacía el descrédito en la Justicia.
En sintonía con las declaraciones que días atrás hizo el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ), Sebastián Cruz López Peña, durante su visita a nuestra ciudad, Gilli aseguró que «no todos los jueces federales, tampoco todos los magistrados provinciales, son Comodoro Py» y sostuvo que «a veces se ve a la justicia a través de los ojos de Buenos Aires».
Sobre los desafíos e inquietudes de las entidades colegiadas -son 11 en toda la provincia-, la entrevistada planteó que «los abogados estamos en desventaja en cuanto a la posibilidad de hacer una carrera judicial» y además advirtió la «vulnerabilidad» del sistema de expediente electrónico que el reciente ciberatque al Poder Judicial dejó en evidencia.
– ¿Qué temas preocupan hoy a los matriculados?
Después de dos años de pandemia, de actividad irregular, de a poco fuimos retomando las actividades. El covid aceleró los procesos de digitalización que el Poder Judicial había puesto en marcha en agosto de 2019 con la incorporación del expediente electrónico. El sistema funcionó con algunas falencias que se irían corrigiendo con el paso del tiempo hasta que fue vulnerado días tras con un ciberataque. A causa de este hackeo, los abogados quedamos prácticamente a ciegas, por así decirlo. El sistema quedó en blanco afectando sobremanera nuestro trabajo diario. Existe un plan de contingencia elaborado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), pero creo que es mal llamado plan de contingencia, porque esto significaría previsión ante un posible evento como este. Por el contrario, hoy estamos corriendo tras los hechos.
-¿Y cuáles son los desafíos?
Tenemos que exigir de una buena vez, como principales operadores jurídicos externos que somos, cambios en el sistema que implementa el Poder Judicial de Córdoba. Tenemos que dejar de ser convidado de piedra en la toma de decisiones. Por ejemplo, cuando se implementó el sistema de expediente electrónico, que así como tiene muchas bondades también tiene falencias y la más grave se vio con este golpe cibernético. A los abogados solo se nos consultó para avisarnos que iba a ponerse en funcionamiento este sistema y quizá sugerir alguna modificación mínima. O sea, nosotros que somos parte del sistema, no tuvimos participación en su diseño. El grave ciberataque que afectó la página web, servicios digitales y bases de datos de la Justicia provincial, exhibió la vulnerabilidad del sistema. Este es el momento para que el Poder Judicial entienda que los abogados no podemos ser convidado de piedra en la toma de este tipo de decisiones.
-¿Y los desafíos a nivel Colegio?
Mantener esta infraestructura edilicia donde funciona nuestra sede (Bv. Roca 1119) requiere de un gran esfuerzo. Otro objetivo son las capacitaciones constantes en distintas ramas del Derecho y en eso estamos trabajando muy bien, con el retorno a la presencialidad.
«No todos los jueces federales, tampoco todos los magistrados provinciales, son Comodoro Py».
-¿Cómo está la profesión en cuanto a nombramientos y concursos de cargos en la Justicia ordinaria y en la Justicia Federal?
Tenemos conocimiento que el pliego para el nombramiento del juez federal de San Francisco (luego de que el juez Pablo Montesi no renovara su subrogancia) ha sido remitido al Senado para tratarse en los próximos días, aunque todo dependerá de la realidad política. Respecto a la Justicia provincial, no hay actualmente cargos vacantes en esta jurisdicción. En tanto, un tema que venimos advirtiendo y consideramos fundamental entorno al Consejo de la Magistratura, tanto a nivel nacional como provincial, es que es un organismo que se creó originalmente para tener un reservorio de candidatos que hubieran aprobado el concurso para así cuando se abra una vacante, se cubra de inmediato, pero eso no se cumplió nunca.
Los abogados estamos en desventaja en cuanto a la posibilidad de hacer una carrera judicial respecto a aquellos que sí integran el Poder Judicial. En primer lugar, porque nadie puede ingresar cuando ya está recibido o cuando le faltan determinadas materias para graduarse en la universidad. Esto nos coloca en una situación de desigualdad por la que venimos reclamando desde hace muchos años. Un abogado recibido solo puede concursar para cargo de juez.
-¿Revertir esto contribuiría a la calidad del servicio de justicia?
Yo creo que sí, porque además hay una realidad: el abogado que ha transitado la carrera del otro lado de la barandilla de tribunales tiene una visión más amplia muchas veces que aquel que se ha dedicado solamente a la carrera judicial.
-Ante la crisis de credibilidad que enfrenta la Justicia, ¿qué rol juega la abogacía?
Evidentemente estas cuestiones muy politizadas afectan a la credibilidad de la justica porque dividen a la sociedad, pero no es algo nuevo, sino que viene desde hace décadas. Se observa una desconfianza cada vez mayor de la sociedad hacia el funcionamiento de las instituciones democráticas, tanto del Poder Ejecutivo como del Legislativo y Judicial. El Poder Judicial recoge hoy uno de los mayores porcentajes de desconfianza respecto a la percepción social de su funcionamiento. Sobre todo la Justicia Federal, pero no todos los jueces federales, tampoco todos los magistrados provinciales, son Comodoro Py. La mayoría trabaja denodadamente sin sospechas, de manera honorable. Comodoro Py es un fuero que está altamente politizado en el sentido de que cuando la política mete la cola en la justicia y esta tolera esas situaciones, es inevitable que se genere desconfianza, que la gente descrea. A veces se ve a la justicia a través de los ojos de Buenos Aires.
-Esa crisis de confianza se traslada a otros ámbitos, no solo la Justicia.
Así es. Estamos viviendo una desconfianza general de la población hacia todo aquello vinculado a las instituciones de la República y eso no es bueno y se traslada a los abogados, porque nuestra profesión está íntimamente ligada al Poder Judicial. La Justicia debe ser independiente y los jueces deben ser independientes, y trabajar para ello. Desde todos los ámbitos se debe trabajar para dejar de tener lo que hoy se llaman operadores políticos dentro del Poder Judicial, una figura absurda que socava las bases de la independencia judicial.
-El Gobierno anunció que se encuentra trabajando en un proyecto para ampliar la Corte Suprema a 25 miembros, ¿que opina al respecto?
Me parece un despropósito. Es un debate vigente, pero sostengo que el país no está hoy en condiciones de discutir estas cuestiones, hay otras prioridades y urgencias sociales.
Día del Abogado: ¿por qué se celebra hoy en la Argentina?
El Día del Abogado y la Abogada en Argentina se conmemora el 29 de agosto por el aniversario del nacimiento de Juan Bautista Alberdi, quien vino al mundo en 1810 en San Miguel de Tucumán. La fecha fue establecida en 1958 por la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA).
¿Quién fue Juan Bautista Alberdi?
Alberdi fue un letrado, jurista, economista, diputado, escritor, músico y autor de las Bases y Puntos de Partida para la Organización Política de la República Argentina, texto que se considera fuente de la Constitución Nacional de 1853.
Alberdi fue parte de la «Generación del 37», un grupo de jóvenes intelectuales que se consideraban hijos de la Revolución de Mayo y opositores al gobierno de Juan Manuel de Rosas. Entre ellos también estaban Domingo Faustino Sarmiento, Juan María Gutiérrez y Esteban Echeverría, entre otros.