UN ABRAZO QUE ESPERÓ 40 AÑOS
Como si se tratase del guión de una película por un nuevo aniversario de la guerra de Malvinas, Federico pudo cumplir el sueño de conocer a aquel soldado al que le envío un dibujo cuando iba a Jardín de Infantes y que le contestó desde las Islas.
Increíble. Así es la historia de Federico García de Laguna Larga quien en el año 1982 iba al Jardín de Infantes y la guerra -a pesar de su corta edad- le impactó y conmocionó tanto que sus cuadernos de aquel año sólo tienen dibujos de soldados, armas, tanques de guerra…
Así fue como un día, con la ayuda de sus papás, quiso enviarle uno de esos dibujos a un soldado de Malvinas. Sin destinatario, la carta partió y lo sorprendente fue que encontró un destinatario que se sintió tan movilizado por las palabras expresadas por aquel pequeño, que decidió responderle.
Federico le contaba que cuando fuera grande quería ser soldado y que no quería morirse sin conocerlo. El deseo se mantuvo intacto durante estas cuatro décadas pese a que todas las búsquedas fueron en vano.
«Yo crecí queriendo encontrarlo… Imaginate lo que fue para mí, siendo un niño, recibir la carta de un soldado. Teníamos un nombre y una dirección en Córdoba, fuimos varias veces con mi papá, pero nunca dimos con nadie», relata Fede.
Eso lo llevó a pensar que quizás no habían insistido demasiado. Por eso en el año 2000, estando ya radicado en Córdoba por sus estudios universitarios, retomó la búsqueda, pero nuevamente el resultado fue el mismo: no lo encontró.
La vida siguió avanzando y cada 2 de abril, la carta de aquel soldado, revivía en el recuerdo de quien desde niño aguardaba concretar su sueño: conocer a su héroe.
Federico logró ser electo intendente de su pueblo donde no existía un monumento que homenajeara a los ex combatientes. Por eso, en 2013 mandó a construir uno. En cada acto, desde ese año hasta 2019, llevó la carta en su bolsillo pero nunca pudo leerla por la emoción que lo embargaba.
El último año de su gestión, fue su hija quien leyó la carta y toda la comunidad supo de aquel contacto con un soldado de Malvinas.
Ahora como funcionario provincial, su secretaria un día le comentó que la novia de Gustavo Fraresso, un vecino de Laguna Larga, conocía a un ex combatiente que guardaba una carta de un niño de esa localidad, que había recibido mientras estaba en las islas.
Sin más vueltas, le consultaron el nombre del niño y efectivamente era: Federico García.
Inmediatamente le pasaron el número de teléfono a Federico: «Estuve una semana antes de llamarlo tratando de hacerme de coraje. Era muy fuerte para mí, encontrarme con alguien que había estado esperando 40 años…», comparte y la emoción se adueña de su voz.
Finalmente el encuentro se concretó y fue este 1 de abril en la oficina de Federico en la ciudad de Córdoba: «Lo que sentí al verlo por primera vez fue muy fuerte. No encuentro las palabras, pero sería algo similar a encontrar tu identidad. Yo siempre quise encontrarlo y sabía que era la vida la que en algún momento iba permitirnos conocernos. Yo no sabía si él estaba vivo o no, por eso al verlo no pude hablar, él tampoco, y nos abrazamos como si nos hubiésemos conocido de toda la vida», detalla todavía con una mezcla de sensaciones.
El encuentro se extendió por algo más de una hora y ya programaron la segunda visita donde planean hacer participar a sus familias y poder hablar y conocerse: «Ahora empieza la relación», afirma Federico quien por momentos -en su relato- vuelve a expresarse como aquel niño que soñaba con ser soldadito.
Y Daniel Cortes, el ex combatiente, multiplicó la emoción al obsequiarle a Fede un recordatorio del Regimiento Nº9 donde él había estado, diciéndole que ese había sido un regalo que le dio a su padre al volver de la guerra. El hombre falleció en 1983, y ahora Daniel se lo regalaba a aquel niño que durante tanto tiempo lo había buscado y quien con un dibujo y unas simples palabras plasmadas en un papel, lograron darle fuerzas cuando todo a su alrededor era desolación.
Fuente: El Diario del Pueblo