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Nasem 2021 es la nueva referencia que contiene los requerimientos nutricionales de ganado lechero a nivel global. En el capítulo de impacto ambiental de la lechería, aborda diversos temas y aporta conclusiones de valor científico.

Los siguientes temas forman parte del cóctel del análisis de Nasem 2021 para definir cuál es el impacto ambiental de la lechería:

-Emisiones de metano entérico y del estiércol

-Compuestos nitrogenados como amoníaco y óxido nitroso

-Compuestos orgánicos volátiles

-Excreciones minerales al ambiente

Uno de los principales problemas son las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Si bien, de las emisiones de gases de Estados Unidos, solamente un 4% se atribuye a la producción ganadera, gran parte de la misma (~70%) es de fermentación entérica y un cuarto de esta proviene de ganado bovino de leche. En cuanto a la emisión de gases del estiércol, la mayoría es atribuida a la ganadería lechera.

El metano entérico proviene de la fermentación ruminal en su mayoría y, en menor medida, del tracto posterior de los rumiantes. Además del problema ambiental que generan las emisiones de metano, con un potencial de calentamiento global 28 veces superior al del CO2, representan una pérdida de la energía bruta total consumida de 5.6% en promedio. Entre las ecuaciones que se consideraron más precisas para estimar la producción de metano entérico, se encuentran aquellas que consideran el consumo de FDN digestible, que promueve la síntesis de acético, y el de ácidos grasos, cuya biohidrogenación reduce la disponibilidad de H para la síntesis de metano. A su vez, se ofrecen en este capítulo, ecuaciones de estimación de producción de metano a partir del manejo del estiércol. Se enumera además un amplio rango de estrategias de reducción de estas emisiones, entre las cuales se encuentran el uso de aditivos como algas, 3-nitrooxipropanol, la modulación de la microbiota ruminal y la selección genética hacia animales de menor emisión de metano. En general, en los últimos años se han reducido considerablemente las emisiones de GEI en la producción de alimento para el ganado, el metano entérico, pero aún no se han logrado tales efectos con respecto a las emisiones del estiércol.

En relación a los compuestos nitrogenados, se mencionan problemas generados por amoníaco, óxido nitroso y nitratos y estrategias para mejorar la eficiencia de N haciendo hincapié en la suficiente oferta de proteína degradante en rumen y en la utilización de aminoácidos post-absorción, así como también en la integración del metabolismo energético al proteico. Si bien se ha identificado una máxima eficiencia de nitrógeno de 0.43, en la mayoría de los establecimientos lecheros, aún queda mucho por mejorar a través de un correcto balance y la reducción de pérdidas por orina y por metabolismo microbiano en rumen.

Finalmente, respecto a las excreciones de minerales al ambiente, se hace foco en la excreción de fósforo, principalmente en heces, ya que este mineral en general se ofrece en exceso y se utiliza solamente la mitad. Es por esto, que la principal estrategia de mitigación de este problema ambiental, recae en la disminución de la oferta en el alimento.

¿Cómo hacer?

El próximo 19 de enero de 2022 habrá un seminario web referido a cómo Mejorar la eficiencia alimenticia es clave para reducir costos y disminuir la producción de metano.

En las nuevas directrices sobre los Requerimientos Nutricionales del Ganado Lechero NASEM 2021se incluyen dos parámetros importantes para los minerales traza.

Requerimiento de minerales traza (Req) : el requerimiento diario se define como la ingesta promedio de nutrientes minerales traza requerida para satisfacer las necesidades de la mitad de los animales individuales sanos en un grupo de género específico en una determinada etapa del ciclo de producción.

Ingesta adecuada de minerales traza (AI) : la ingesta adecuada de minerales traza se define como la ingesta diaria promedio de nutrientes que un grupo de expertos ha definido en caso de que solo se disponga de una cantidad limitada de datos experimentales. En otros términos, la IA se utiliza cuando no se pueden identificar los requisitos.

Las nuevas pautas de NASEM 2021 incluyen nueve minerales traza que se consideran esenciales para el ganado lechero:

Cromo (Cr)

Yodo (I)

Molibdeno (Mo)

Cobalto (Co)

Hierro (Fe)

Selenio (Se)

Cobre (Cu)

Manganeso (Mn)

Cinc (Zn)

En comparación con las Directrices de la NRC de 2001, las recomendaciones para Cu, Mn y Zn cambiaron considerablemente. Las recomendaciones para Cr, I y Co cambiaron, pero no drásticamente, mientras que las recomendaciones para Fe y Se permanecieron iguales.

Nasem 2021 Recomendación de ingesta adecuada de cobalto (Co)

En los rumiantes, el Co es un precursor de la vitamina B12 o cobalamina en el rumen. Parte del Co de la dieta se puede absorber en forma de catión. Una vez absorbido, no puede volver a entrar en el rumen, por lo que no está disponible para los microbios. La mayor parte de este Co se excreta en la orina y una cantidad menor se encuentra en la bilis.

El requerimiento de NRC 2001 para Co se fijó en 0,11 ppm de MS en la dieta, lo que resultó en una ingesta de aproximadamente 1,2 mg/día para una vaca seca y 2,4 mg/día para una vaca lactante. Este requerimiento se basó en la cantidad de Co en la dieta necesaria para mantener los niveles plasmáticos de vitamina B-12 por encima de 0,3 µg/L.

Desde que se publicaron las directrices de la NRC de 2001, nuevas investigaciones en ganado vacuno sugieren que la ingesta dietética total de Co debe oscilar entre 0,13 y 0,25 mg Co/kg de MS. Además, se han publicado algunos estudios de respuesta de producción en lácteos. La concentración más baja evaluada en esos estudios fue de 0,20 mg Co/kg de MS de dieta. En base a estos datos, la ingesta adecuada de Co total se fijó en 0,2 mg de Co/kg de MS.

Nueva ecuación NASEM 2021 para Co: Cobalto AI (mg/d Co total) = 0,2 X MS (kg)

Las dietas típicas sin suplementos de Co contendrán alrededor de 0,1 ppm de Co, por lo tanto, la adición de 0,1 a 0,2 ppm de suplementos de Co debería ser adecuada. Las dietas que proporcionaron más de 0,4 ppm de Co no influyeron en el estado de vitamina B-12 o Co en las vacas lecheras.

Fuente: 40th Discover Conference – Environmental impacts of dairy cattle, Ermias Kebreab – Publicado en el blog del IFINA