Luego de que la tenista china Peng Shuai denunciara al ex viceprimer ministro de su país, Zhang Gaoli, por abuso, la WTA se metió en la investigación. Aunque hubo pruebas de que la doblista vive, Steve Simon, CEO de la WTA, puso en duda su seguridad. «Si bien ahora sabemos dónde está Peng, tengo serias dudas de que sea libre, segura y no sujeta a censura, coerción e intimidación». Por eso la entidad tomó una drástica media: la suspensión de los torneos en China.

El 2 de noviembre Peng Shuai había denunciado Zhang Gaoli de haberla forzado a tener relaciones sexuales. Desde entonces desapareció durante semanas y todo el mundo de la pelota amarilla estuvo compartiendo en sus redes el hashtag #WhereIsPengShuai (dónde está Peng Shuai) para fomentar su búsqueda.

Primero salió un comunicado, difundido por el medio nacional CGTN, el cual depende del gobierno chino. Este era un correo, supuestamente escrito por la deportista, que decía que estaba en bien y descansando en su casa. Sin embargo, las personas de su alrededor y la WTA siguieron desconfiando.Luego salieron fotos y videos de ella y lo más certero para comprobar que vive fue la videoconferencia que tuvo con Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional. Sin embargo, Simon sigue poniendo en duda su integridad física.

«Cuando el 2 de noviembre de 2021, Peng Shuai publicó una denuncia de agresión sexual contra un alto funcionario del gobierno chino, la Asociación de Tenis Femenino reconoció que el mensaje tenía que ser escuchado y tomado en serio», explicó Simon en su anuncio.

Simon, CEO de la WTA, tomó cartas en el asunto.

Además de la WTA, otras entidades como Amnistía Internacional, el Gobierno de Estados Unidos y la ONU se vieron involucradas en el caso. En la mencionada videollamada con Thomas Bach, la ex N°1 del mundo en dobles explicó que estaba en su casa en Pekín y quería que se respetara su vida privada.

Las declaraciones sobre el caso

«La WTA ha sido clara sobre lo que se necesita aquí, y repetimos nuestro llamado a una investigación completa y transparente, sin censura, sobre la acusación de agresión sexual de Peng Shuai», dijo Simon en el comunicado.

«A los funcionarios chinos se les ha brindado la oportunidad de poner fin a esta censura, demostrar de manera verificable que Peng es libre y puede hablar sin interferencia o intimidación, e investigar la acusación de agresión sexual. Desafortunadamente, el liderazgo de China no ha abordado este tema tan grave de manera creíble y nada de esto es aceptable», añadió.

La tenista de 35 años seguía activa en el circuito.

«Esperamos que los líderes de todo el mundo sigan hablando para que se pueda hacer justicia por Peng y por todas las mujeres, sin importar las ramificaciones financieras. Lamento mucho que haya llegado a este punto. Las comunidades del tenis en China y Hong Kong están llenas de grandes personas con las que hemos trabajado durante muchos años. Deben estar orgullosos de sus logros, hospitalidad y éxito. Los líderes de China han dejado a la WTA sin otra opción. Tengo la esperanza de que nuestras súplicas sean escuchadas y las autoridades chinas tomen medidas para abordar legítimamente este problema», concluyó Simon.