CAPILLA BARAVALLE
Hace tiempo lo venía planeando, gente amiga me lo había sugerido, así una nublada tarde de marzo 2021, salí por ruta tres con destino a la Capilla, pase el canal grande y apareció el primer problema, se largo a llover, ya mojado decidí buscar refugio en el otrora boliche de Villalba, para ver que pasaba con la tormenta, no pasaron veinte minutos y paró la lluvia, decidí seguir porque no estaba tan amenazante el tiempo, encontré el camino entre montes, una larga recta de unos diez kilómetros, que al principio esta linda, pero a medida que avanzas se va poniendo mas dificil, cuando por fin tapa, sigo el camino, veo un muy bonito establecimiento, muy prolijo todo, con un importante tambo, varias edificaciones, tres perros amigables, golpeo las manos, (me parece que lo desperté de la siesta), de todos modos salió, un joven muy amable, Juan Pablo Romero, aquí es de un Sr Pereyra?, le consulto, me contestó que si, pero que no se encontraba. Me quise reportar por el tema de la lluvia, supuse acertadamente que me estaban llamando, no hay señal de Claro me dijo.
También le pregunté, por la Capilla, me dio las indicaciones para llegar y hacia allá me dirigí.
Apenas la vi, quede impresionado, es muy bonita, entre las mas lindas que visité, se ve una estructura muy fuerte, pude entrar, una de sus puertas estaba semi abierta, tiene su confesionario, su altar, la imagen de Maria Auxiliadora, las imágenes para el Vía Crucis. la Capilla data de 1913, no es su lugar original, estuvo sobre el camino, pero un tornado la deterioro tanto que obligo a trasladarla unos metros, razón por la cual la familia Baravalle, donó un espacio de campo para su definitiva y actual ubicación.
En las placas, figura «Pozo del mortero» consultada la Sra Andrea Olocco, desde el año 1992, maestra de la Escuela Alte Brown, inaugurada en 1957, (que se encuentra al frente de la Capilla), se denomina así a la zona por que un Sr Tonello vecino del lugar encontró un Mortero en su campo, siendo ésta, la versión mas fidedigna, hoy esta escuela tiene una matrícula de 10 alumnos, supo tener muchos más, en la década del noventa había dos maestras, pero la inundación de 2016, hizo que emigrara mucha gente.
Al lado de la escuela se encuentra el boliche que permanece abierto, actualmente a cargo de un Sr Brezzo, con su pista de baile, me cuentan, que los fines de semana se organizan campeonatos de bochas, actualmente.
Asi como en la Capilla se realizaban todo tipo de eventos religiosos, bautismos, comuniones y casamientos, eran tradicionales los bailes, campeonatos de fútbol, destrezas criollas, etc etc en el lugar.
La festividad católica del lugar se lleva a cabo los dias 8 de septiembre de cada año.
Próximo a la Capilla, se encuentra la casa donde vivió Don Juan Baravalle junto a su esposa Ángela, hoy propiedad de la familia Rossetto, una vez en su patio, porque me llegué en la bici hasta ahí, recordé que estuve en una oportunidad, allí vivía Tito Bernardiz, y su familia, hoy vive el Sr Brezzo.
Con otro objetivo cumplido, y cada tanto viendo las nubes amenazantes, emprendí el regreso. En un momento apareció una llamada, y mensajes, me llamaban de base, todo bien, así que, pasando nuevamente por el establecimiento de la familia Pereyra, parece, estaban haciendo el tambo en ese momento, tome la larga recta hasta la ruta 3, mucho maíz, mucho monte, fuerte viento en contra, pare un rato en el canal grande, un poco de descanso, un turrón, una buena hidratación, pensando en la historia de esos lugares, y tranquilamente regresar, me encontré con Walter López en una rutera, siempre es lindo charlar un rato, muy atento el amigo, pero son velocidades distintas, gracias a Dios, gracias a la vida, llegaba la hora del refresco que me alcanza Cristina, fueron 76,14 kilómetros, 4,29 horas sobre la bici, como siempre pedaleando.