Molina: un toque de queda sanitario sería “un balazo al corazón” de los gastronómicos
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¿Toque de queda sanitario? Los gastronómicos advierten que de implementarse, “directamente quedamos arruinados”.
Si los casos de coronavirus siguen aumentando, el Gobierno baraja la posibilidad de implementar un «toque de queda sanitario» que imponga restricciones en horarios nocturnos, tal como hicieron varios países europeos con el comienzo de la segunda ola de contagios, y ya cuenta con el visto bueno de los expertos que lo asesoran en el manejo de la pandemia.
Si esto finalmente ocurre, y la medida incluye la restricción de circulación a partir de las 22, el sector gastronómico volvería a estar en jaque luego del tibio intento de reactivación logrado en el segundo semestre de 2019 a medida que se empezaban a flexibilizar los horarios de funcionamiento de locales nocturnos como bares, restaurantes y confiterías.
Desde la seccional San Francisco de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra), su titular, Juan Molina advirtió que en caso de implementarse esta restricción, la misma significa «un balazo al corazón de la gastronomía».
El dirigente gremial se mostró contrariado respecto de esta posibilidad que afectaría «notoriamente» la actividad que durante 2020 sufrió demasiado por las restricciones durante 85 días.
«Si esto se concreta, estaríamos en una situación terrible que afectaría notoriamente a nuestra actividad», dijo Molina.
«Si se llega a tomar la decisión de cerrar entre las 22 y las 6 afecta el pico de nuestro trabajo. Esto es un balazo al corazón de la gastronomía», señaló.
En su análisis, el secretario general de Uthgra recordó las múltiples gestiones que llevó a cabo el sector para lograr su reapertura con lo cual «si volvemos a retroceder, nos afectaría notoriamente».
Si bien reconoció que desde el punto de vista sanitario «tal vez haga falta» una restricción de estas características para intentar frenar la propagación del virus, Molina no dejó de señalar que «nos hará mucho daño» a los gastronómicos por una nueva caída en el nivel de actividad.
Desde el rubro lo «vemos con muchísima preocupación. Una restricción horaria afectará de manera directa» a la gastronomía, insistió.
«Desde el gremio instamos a todos los establecimientos gastronómicos a cuidarnos entre todos y tomar todos los recaudos necesarios», dijo Molina y reconoció que «por necesidad» se observan en algunos lugares «una sobrecarga» en el número de clientes sin hacer caso a lo que dicta el protocolo.
Mucha gente, poca distancia social
Desde el gremio reconocen cierto relajamiento en cuanto a las medidas de prevención en algunos locales gastronómicos.
El protocolo los obliga a solicitarles a los clientes sus datos personales, ingresar con barbijo, disponer alcohol en gel en las mesas, respetar la distancia entre las mismas y el horario de cierre de las 2.30.
Reconocen cierto relajamiento en bares y restaurantes.
A casi 7 meses de la reapertura, la situación es muy diferente. En este caso, Molina admitió que el sector gastronómico «se relajó» al igual que ocurre en distintos sectores de la sociedad. «Yo creo que nos hemos relajado todos en conjunto y es por eso que nosotros instamos a la gente a no dejar de cuidarse».
Fuente: La Voz de San Justo