La decisión se tomó tras una reunión mantenida por la jefa de la Policía de la provincia de Córdoba, comisaria general Liliana Zarate Belletti, el titular de la Dirección Departamentales Norte, comisario inspector Marcos Derfler y otros miembros de la cúpula policial de Córdoba.
Berardo y Quevedo se habían hecho cargo de manera interina de la conducción de la Departamental San Justo el sábado 26 de diciembre tras el sorpresivo licenciamiento del ahora exdirector comisario Mauricio Rantica.
El nuevo director venía desempeñándose como subdirector de la fuerza en tanto que Quevedo era el jefe de la zona de inspección 3º con asiento en la ciudad de Arroyito.
Distintos hechos ocurridos en el ámbito de la Departamental San Justo desencadenaron en primer término la ida del comisario inspector Rubén Caporali, quien venía desempeñándose como jefe de la zona de inspección 1º y a cargo de la división operaciones. Caporali se encuentra actualmente en la Departamental Punilla con asiento en la ciudad de Villa Carlos Paz.
Posteriormente el comisario Ariel Figueroa, quien venía desempeñándose como jefe de Personal, fue licenciado. Ambas medidas habrían estado relacionadas al maltrato que ambos jefes policiales (Caporali y Figueroa) supuestamente le habían prodigado a una mujer policía que presta servicios en el Centro de Monitoreo por Imágenes.
El licenciamiento del comisario mayor Rantica habría obedecido a una situación originada en la provisión por parte de la multinacional ZF Sachs de doce amortiguadores para una marca de vehículo (Ford Focus), que la Policía de Córdoba no posee. Al hacerse pública esta situación, se dijo que el envío de los repuestos había sido por error ya que los mismos habían sido gestionados para la delegación local de la Policía Federal Argentina que sí tiene ese tipo de vehículos.
Aún se desconoce la fecha en que se realizará el acto formal de asunción de los nuevos jefes de la Departamental San Justo, quienes a partir de la reunión de este martes quedaron confirmados en sus cargos.