Lorena Basso fue electa vicepresidenta de la International Seed Federation (ISF); es la primera argentina y mujer en hacerlo y en dos años podría ser la titular del organismo
La argentina Lorena Basso fue electa vicepresidenta de la International Seed Federation (ISF). Se trata de la primera argentina y mujer en llegar a lo más alto del directorio de esta entidad. De cumplirse con la tradición en el organismo, en dos años podría catapultarse como la primera mujer en presidir ese organismo y romper con más de un siglo de historia. El nombramiento se dio durante la asamblea realizada en la ciudad de Róterdam, Países Bajos, donde se llevó a cabo el World Seed Congress [Congreso internacional de Semillas]. Busca posicionar a la Argentina y los países de la región, que son miembros, en el desarrollo y la regulación de semillas y productos fitosanitarios.
La porteña tiene altas chances de ocupar el máximo cargo de la Federación, dado que “nunca en la historia” se rompió con la tradición de que el vicepresidente llegara al primer lugar. La elección se dio durante un evento que celebró los 100 años del ente y donde se realizó la Asamblea General de la ISF. Según informó la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), el nuevo presidente es Arthur Attavar de India, a quien Lorena Basso acompañará en la vicepresidencia.
“Este congreso fue una fiesta muy especial, de punta a punta, de gente que vino a representar organizaciones muy importantes”, dijo Basso a LA NACION. La ISF está integrada por 73 países miembros, entre los cuales está la Argentina. La organización no gubernamental sin fines de lucro representa los intereses de sus miembros desde 1924 y está considerada como la voz de la industria mundial de semillas.
“La tradición indica que en dos años estarían votándome para la presidencia, es lo común, salvo que pase algo en el medio”, precisó. De esta forma, la Argentina tendría por primera vez ese rol en este organismo global. “Nunca lo hemos tenido, aun siendo un país de relevancia internacional en cuanto al tema semillero. Si en 2026 se elige a una mujer [ella], en 102 años por primera vez una mujer va a ocupar esa posición”, acotó.
Basso fue presidenta de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) entre 2019 y 2023 y, además, está al frente de su homónima firma “Basso Semillas”, una empresa fundada en 1931 que se dedica a la investigación, producción y venta de maíz pisingallo, maíz dulce y semillas de zapallos. “Vengo de una familia semillera, tanto mi abuelo como mi padre han participado en esta asociación, durante mucho tiempo. Desde hace más de 10 años vengo trabajando con grupos de trabajo”, precisó. Antes de llegar a la vicepresidencia de la ISF formó parte del Comité Ejecutivo. Además, entre 2019 y 2021 fue presidenta de la Seed Association of the Americas (SAA- Asociación de Comercio de Semillas de las Américas).
A partir de esta elección, dijo que buscará conectar lo que es nacional con lo regional e internacional, ya que desde este organismo se tratan todos los temas en cuanto a la tecnología, regulaciones sobre semillas, fitosanitarios. En este organismo, contó, se busca promover el negocio de la semilla. “Dentro de todo, la Asociación se reúne y tiene conversaciones y mesas de negociación con los entes reguladores internacionales globales. Esa es una mirada un poco más larga, esos lineamientos después terminan siendo legislaciones a nivel nacional y eso es lo que a nosotros nos permite poder estar en estas mesas y estar con esa mirada adelante, aunque nosotros tenemos un país que nos está llevando muy al presente, y esto te lleva para adelante. Esa es la discusión que tenemos para después no tener sorpresas”, afirmó.
Para Basso, la votación importante fue la que se realizó ayer. Por eso, dice que desde su lugar ahora intentará aportar una mirada distinta. “Generalmente, las opiniones en estas organizaciones que son europeas son muy sesgadas y tienen ese pivot en la región y yo vengo a sumar una mirada de un país que está totalmente alejado de Europa, tanto un país como una región distinta, porque yo hablo como región. Además, mi experiencia es en una empresa chica de negocios que son de especialidad y, por otro lado, una mirada de una mujer en el negocio semillero. Lo que vengo a aportar es eso, una mirada distinta”, agregó.
Ahora va a trabajar codo a codo con Attavar, algo que la prepara de cara al próximo desafío, en dos años. “[El sistema de rotación] es muy bueno, porque empezás a trabajar dos años antes con el presidente actual, y yo vengo trabajando desde hace dos años, porque estaba en el Comité. Venís trabajando en paralelo ya con el presidente y cuando se hace el cambio [de presidencia] hay una transición superordenada, positiva, sin complicaciones, sin cambios de rumbo demasiado grande, salvo pinceladas que tengan que ver con el estilo de cada uno. Eso es muy importante para darle estabilidad a las organizaciones”, detalló.
Para la empresaria, los tiempos han cambiado significativamente en cuanto a la representación de las mujeres en las mesas directivas y en roles importantes de tomas de poder en diversos sectores. Hasta hace un tiempo, era poco común ver mujeres en posiciones de liderazgo y las que había enfrentaban desafíos para ser reconocidas en igualdad de condiciones. “Antes éramos pocas las mujeres en las mesas directivas y el desafío era ser escuchadas. Hoy hay más mujeres en el sector con roles importantes; aún somos pocas, pero confío que en un futuro próximo vamos a ser más. Dejaremos de tener el tema mujeres en las agendas”, expresó. Ahora, su foco está puesto en conectar la agenda nacional con la internacional: integrar a la Argentina con la región, y también en ayudar al país desde ese otro lugar.