ESTABLECIMIENTO DON CELESTINO (Colonia San Bartolome) ESCUELA CAMPO BAUDILIO (S . M. Laspiur) ESCUELA PATRICIAS ARGENTINAS (Las Varas)
Apenas pasadas las 6,30 hs de la mañana ya me encontraba pedaleando rumbo al destino prefijado, quería visitar con tiempo el Establecimiento Don Celestino. a
Apenas llegué comencé a tomar fotos impresionado por el orden y la pulcritud del lugar, qué contarles cuando ingreso a su Capilla ( Campo Baudilio Isleta de Niz) en honor a Nuestra Señora del Rosario, fundada en 1898, la Virgen María, que corona su altar, fue traída desde Italia en aquella fecha, una vela encendida en su interior me señala que ya alguien de las tres familias que residen en el lugar estuvo rezando. Aparte de la administración y otras construcciones, hay tres casas muy prolijas para la gente que trabaja en el lugar, Daniel Juarez y los hermanos Celis con sus respectivas familias.
Cuando salí de la Capilla me encontré con el propietario del establecimiento el joven Ing Agrónomo Gerardo Villosio tercera generación quien con su esposa Monica Piccardi, también Ingeniera, llevan adelante la producción del lugar.
Gerardo tuvo la amabilidad de recibirme en su escritorio y con unos mates de por medio, mantuvimos una charla muy interesante, destaco algunas cosas, 120 vacas en ordeño con 150 hectáreas para ellas, tambo llamado «Espina de pescado» con 12 vacas en cada lado, se ordeña dos veces por día, para obtener unos 3800 litros de leche de excelencia, calidad, que es controlada permanentemente, tuve la oportunidad de conocer a 4 de sus operarios, recuerdo a dos Daniel Celis, Liliana Arce gente que trabaja cantando y con una sonrisa en su rostro.
Le consulte a Gerardo por esa gran cantidad de Aberdeen Angus colorados que observé, todos iguales me explico que forman parte de un nuevo emprendimiento, que es una raza carnica (libre) para lograr carne envasada al vacío de alta calidad con la marca Don Celestino y certificaciones respectivas, yo no tengo dudas que si el proyecto les sale como el dulce de leche, va a ser un éxito.
Me contó que Don Celestino Villosio junto a Dominga Tifni, sus abuelos, a fines de la década del sesenta comenzaron con la actividad y tuvieron un papel fundamental en la creacion de la Coop de Tamberos Campo Baudilio Ltda, la misma que esta pegada al Boliche de Chiavassa, el mismo lugar al que supe acompañar a Don José Humberto Boschetti, cuando visitaba su campo, a llevar tachos de leche en chata con 7 u 8 años de edad, a fines de la década del cincuenta.
Antes de despedirme hasta intercambiamos presentes, tuvo la deferencia de regalarme un dulce de leche, yo le deje un libro, mientras me retiraba observé, las vacas a la sombra, un corral de corderos, otro de chivos, me indicó como llegar por camino rural a la escuela de Campo Baudilio, en el pedaleo pensaba a mi ver, en la hermosa charla que tuvimos, tan entretenido que olvidé pedirle sacarnos una foto.
Llegué a la Escuela Juan María Gutiérrez, pero no había actividad, así es que regrese rumbo a la ruta, no tenia señal de claro y Cristina insistía con mensajes, eran ya las 11,15 hs así que me detuve en la cremería, no conseguí señal, en el camino me encontré con un camionero muy amable Darío Leonardo, de San Bartolomé, me facilito su celular, comentamos algo del Taina, y deje a Cristina tranquila.
Yo tenia calculado regresar con viento norte, pero no fue así, ahí se me ocurrió pasar por la Escuela Patricias Argentinas de Campo López, son tres los alumnos que asisten, en ese momento había una hermosa niña cuyos papás son puesteros de un campo cuyo propietario es un tal Álvarez que juega al fútbol, (se imaginan quien es), Seño Silvia (Sidler) me recibió muy bien me mostró por dentro la escuela con su magnífico salón, me comentó que uno de sus primeros docentes sino el primero fue mi amigo el querido Oscar Moncho Alessandria.
Finalmente regresé, eran las 13,30 horas, tenía la comida en la mesa, Cristina con bebida fresca, yo muy satisfecho por la vuelta al pedal. , gracias a Dios gracias a la vida fueron 74,35 kilómetros 4,23 hs sobre la bici como siempre, pedaleando
Isidro Fermín Calvo