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sábado, abril 12, 2025
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«Celos, amistad tóxica, posesividad y narcisismo»: los fundamentos de la condena a Soto

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femicidio

La justicia concluyó que el acusado mató a Catalina Gutiérrez en contexto de violencia de género y para procurar su impunidad. El tribunal le envió un sentido mensaje a la familia de la víctima: «Enarboló hasta el final los valores de una amistad sincera y sana, y eso nadie se lo podrá arrebatar».

La Cámara en lo Criminal y Correccional de 11° Nominación de la ciudad de Córdoba manifestó los fundamentos de la condena a cadena perpetua a Néstor Soto, el asesino de Catalina Gutiérrez.

Soto fue declarado autor de lesiones leves agravadas por mediar violencia de género, en concurso real con homicidio agravado por mediar violencia de género; y homicidio agravado por haberse cometido para procurar la impunidad, estos últimos delitos en concurso ideal.

Condenaron a perpetua a Néstor Soto por el femicidio de Catalina Gutiérrez

“Tenemos por acreditada una sutil pero clara y constante violencia psicológica del acusado hacia la víctima”, manifestó el voto mayoritario.

La mayoría del jurado popular y las vocales de cámara María Susana Frascaroli y María Gabriela Rojas Moresi consideraron probadas ambas agravantes del homicidio.

Amistad tóxica y posesiva

En la sentencia, la mayoría del tribunal señaló que entre la víctima y el imputado había surgido una amistad “tóxica”. Explicaron que el imputado controlaba a Catalina constantemente y pretendía ocupar un lugar central en su vida, “que ella le prestara siempre atención, pasara lo que pasara”.

Coincidieron en que estos “celos” se incrementaron cuando ella decidió iniciar un noviazgo. “Se colocaba en una posición superior a la de Catalina Gutiérrez, y se creía con derecho a reclamar más atención por parte de quien consideraba ‘su mejor amiga’. Ello implica -ni más ni menos- creer que era él quien decidía -en definitiva- cómo debía utilizar Catalina su escaso tiempo disponible, y su afecto”, apuntaron.

También puntualizaron que Aguilar Soto mantuvo una amistad intensa, tóxica y posesiva al menos con otras tres mujeres, pero que nada de eso hacía con sus “mejores amigos”.
“Esta dominación la imponía solapadamente por ser hombre, y hacia una mujer, por considerarla en un plano inferior, sin derecho a decidir plenamente con relación a su autonomía”, apuntaron.

«Se merece la pena máxima»: habló la mamá de Catalina a minutos de la sentencia de Néstor Soto

Eligió el peor camino

El voto en mayoría, afirma que, después de una discusión entre ambos en la casa del acusado, él la golpeó con tanta fuerza, que la dejó inconsciente. Para las camaristas y los jurados, Aguilar Soto, entonces, “eligió el peor camino”, esto es, “maniatar a Catalina, estrangularla hasta darle muerte y, luego, (…) quemar el cadáver y sus pertenencias (…), todo esto para procurar su total impunidad”.

Para el tribunal, en ese momento, “afloró su narcisismo y optó por intentar no perder su imagen, su ‘vida perfecta’ (tal como el mismo la describió en el debate), en lugar de hacer lo correcto”.

La sentencia añade que el plan del acusado para lograr su impunidad fracasó, porque no tuvo en cuenta la geolocalización del teléfono celular que Catalina compartía con su hermana ni la existencia de cámaras de seguridad del comercio cercano a su domicilio, entre otras circunstancias.

Quienes firmaron el voto en mayoría, incluyeron en la sentencia un mensaje dirigido a los familiares de la víctima y a sus allegados.

“Ella merecerá ser recordada siempre como alguien que lo dio todo, hasta su propia vida, en pos de una ‘sana y sincera amistad’, en su puro y valioso afán por traer paz y concordia a quienes la rodeaban. Ella es la abanderada de la ‘amistad sana’, la que se brinda a los amigos, la que está pendiente de sus necesidades. Esos son los valores que ella enarboló hasta el final, y que nadie le podrá arrebatar”.