Una fuerte polémica sacude a la ciudad luego de que aparentemente se realizara un aborto a una mujer con un embarazo de 32 semanas, es decir, con casi ocho meses de gestación.
El procedimiento se llevó a cabo en el Hospital Iturraspe, tras la presunta denuncia de abuso sexual presentada por la propia mujer, un hecho que actualmente está siendo investigado por la fiscal Silvana Quaglia.
Según se conoció, el acusado de dicho abuso niega los hechos y, a través de su abogado defensor, pidió una prueba de ADN sobre el feto para determinar si existe o no vínculo biológico, insinuando que la acusación podría tener otras motivaciones.
MARCO LEGAL
La Ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) establece un límite de 14 semanas para realizar el procedimiento, pero contempla excepciones en casos de violación o cuando esté en riesgo la vida o la salud integral de la mujer. Este marco legal habilita la práctica incluso en etapas avanzadas del embarazo como la que se presenta en este caso. No obstante, el hecho de que el aborto se haya llevado a cabo a las 32 semanas generó un fuerte debate social, especialmente por la dificultad médica y emocional de interrumpir un embarazo con un feto que pesaba alrededor de 1.700 gramos.
Los profesionales de la salud que intervinieron habrían recurrido a la objeción de conciencia, y el procedimiento fue llevado adelante por personal específicamente autorizado.
Además, se habría indicado que la la mujer atraviesa una enfermedad psicológica grave, lo que añade más interrogantes sobre su situación, su entorno y el acompañamiento institucional que recibió.
A pesar de la complejidad del caso, también debe destacarse que, de confirmarse el abuso, la mujer es víctima y debe ser tratada como tal, incluso en medio de esta controversia. Esa doble dimensión —la de víctima de violencia sexual y la de protagonista de un aborto tardío— es justamente lo que genera un fuerte impacto social y un debate encendido en la opinión pública.
La causa sigue abierta y se esperan avances judiciales en los próximos días, en medio de un clima de tensión, sospechas cruzadas y un pedido generalizado de verdad y justicia.
