Fuente: La Nación
Militante de Franja Morada, cursa el último año de la licenciatura en Ciencia Política en la Universidad Nacional de Río Cuarto; Encabeza la organización estudiantil desde fines de 2022
Elegida presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA) en diciembre de 2022, Piera Fernández de Piccoli es el rostro visible de la tradicional organización y, a los 27 años, ejerce la representación de una población de más de dos millones de estudiantes.
Nacida en Río Cuarto, tiene 27 años y completó el último año de la licenciatura en Ciencia política en la universidad de esa ciudad cordobesa.
Accedió a la presidencia de la FUA por el Frente Reformista, la alianza integrada por Franja Morada –donde ella milita-y agrupaciones socialistas, peronistas no alineadas con el kirchnerismo e independientes.
El espacio reformista basó sus propuestas en los últimos años en la necesidad de plantear exigencias en torno al presupuesto universitario y favorecer los programas de becas, entre otras demandas. Mantuvo fuertes críticas a las políticas educativas del gobierno de Alberto Fernández y ahora, ante las nuevas restricciones presupuestarias, apuntó sus dardos contra el proyecto libertario de Javier Milei.
La titular de la FUA fue consejera superior por el claustro estudiantil en la Universidad Nacional de Río Cuarto.
La vocación por la política y la representación estudiantil surgió en el colegio secundario. Cursó en el colegio Leonardo Da Vinci, una institución educativa privada de Río Cuarto, donde promovió la formación de un centro de estudiantes, para canalizar demandas de los alumnos. Fuerte defensora de la participación estudiantil en los debates públicos, impulsó también la construcción de políticas educativas que “promuevan la ciudadanía y la inclusión”, definen en su entorno. En su primer día en la facultad se acercó a Franja Morada, el histórico brazo universitario por sus “ideales de libertad, progresismo y justicia social”, en tiempos de oposición al kirchnerismo.
El Frente Reformista retuvo su liderazgo en el movimiento estudiantil con sus acciones y demandas en favor de la universidad pública y gratuita, entre otras consignas. Relegó, así, a sectores identificados con el kirchnerismo, que no lograron hacer pie en las estructuras de las organizaciones estudiantiles, que revalidan los postulados de Reforma Universitaria de 1918.