Se trata de un documental del historiador Felipe Pigna, que aborda la vida y obra del escritor y diplomático argentino Manuel Ugarte. Uno de los primeros que bregó por la unidad latinoamericana y que supo denunciar los atropellos del imperialismo estadounidense en el continente a principios del siglo XX.
El documental fue realizado bajo la dirección y producción de Martín Pigna y Federico Molnar (hijo de la varillense Raquel Sosa), El proyecto fue una iniciativa de Santiago Ceria, sobrino bisnieto de Ugarte.
El film cuenta con la participación de Leonardo Sbaraglia, quien personifica y le da voz a algunos textos de Ugarte, y también de Natalia Oreiro, en el papel de la poetisa uruguaya Delmira Agustini.
Con el apoyo de Cancillería Argentina, la obra contiene escenas en los distintas locaciones donde vivió Ugarte: México (donde fue embajador), Cuba, España, Estados Unidos, y las ciudades francesas de París y Niza (donde falleció en diciembre de 1951).
A lo largo de la película, el historiador se centra en descubrir los motivos por los cuales Ugarte fue silenciado y prácticamente borrado de la historiografía oficial.
El documental se exhibió en 2 únicas funciones, los días Jueves 21 y viernes 22 de marzo a las 19:00hs, en el Cine Arte Córdoba – Espacio INCAA (27 de abril 275, Centro),
El público tuvo la oportunidad de charlar con el director Federico Molnar.
“El documental que recorre la vida y obra de Ugarte y va resaltando los puntos más importantes de sus aportes, además habla de su silenciamiento, sus viajes por toda Latinoamérica, su antimperialismo y cómo textos de él que tienen tantos años todavía tienen vigencia plena en nuestros días”, destacó Martín Pigna.
“Fueron un poco las personas que más nos iluminaron para contar la historia de Ugarte, quienes más nos apoyaron durante toda la película para esto. Fue muy importante su participación”, completó el productor.
Manuel Ugarte nació en Buenos Aires en 1875. Formó parte de la llamada “Generación del 900”, un grupo de intelectuales que reflexionó sobre la realidad latinoamericana y los modos de hacer frente a la presencia imperialista en la región. A los veinte años de edad, funda La Revista Literaria, inspirada en la montevideana La Revista Nacional, de José E. Rodó, alrededor de la cual se nuclearon jóvenes poetas como el peruano Santos Chocano o el venezolano Rufino Blanco Fombona.
En 1897, en París, conoce a los socialistas franceses. Repudia la intervención de Estados Unidos en la Guerra de Cuba. Apoya la Revolución Mexicana. Se opone a participación de la Argentina en la Primera y en la Segunda Guerra Mundial. Protagoniza la Reforma Universitaria de 1918 en Córdoba. Viaja por América Latina alentando la unidad y la emancipación de todo proyecto imperial. Es, quizá, el primero en advertir que la solución de los problemas sociales de nuestros pueblos solo podrá lograrse a través de la integración política de la Patria Grande.
El Partido Socialista lo expulsó dos veces por sus posiciones nacionales.
Los grandes diarios lo ignoraron y las universidades lo excluyeron de sus programas de estudio, a pesar de que publicó más de 40 libros, desarrolló un pensamiento político propio y fue autor de una gran obra poética y literaria.
Los sectores liberales y la izquierda internacionalista, teórica y abstracta, prefirieron no escucharlo. Lo tuvieron en cuenta, en cambio, Augusto César Sandino, con quien se carteaba; Albert Einstein, Miguel de Unamuno, Henri Barbusse, Máximo Gorki y Upton Sinclair, con quienes compartía la dirección de la revista Monde; y el primer gobierno peronista, que lo nombró embajador en México, en Nicaragua y en Cuba.
Fuente: Universidad Nacional de Lanús.
La Nueva Mañana