En una de las sesiones más peleadas de este año, la Legislatura de Córdoba acordó por mayoría el pase a comisión de la medida sancionatoria de expulsión del legislador Patricio Serrano. El hecho provocó que todos los bloques de la oposición, a excepción de las bancas de la izquierda, abandonaron el recinto en medio de gritos y acusaciones cruzadas.
Los pedidos de apartamiento del legislador Serrano habían sido presentados por el bloque Juntos UCR y por la bancada de MST-Nueva Izquierda (de Luciana Echevarría) en los que se solicitaba se aplicara el Reglamento Interno, a través de las Cuestiones de Privilegio (artículo 129° y 130°) por considerar que se afectaba la honorabilidad del cuerpo legislativo, El motivo de tal medida es una serie de denuncias contra el funcionario por violencia familiar.
La primera disputa apareció cuando el radicalismo decidió plantear en comisión que se abstendrá de la votación por no tener los elementos suficientes para el apartamiento de Serrano.
Cuando la aprobación de la suspensión estaba a punto de realizarse con los votos del oficialismo, más las dos legisladoras de la izquierda y la bancada de Identidad Peronista, la sesión se convirtió en un caos. Juan Manuel Cid, quien llevó adelante la Comisión de Asuntos Constitucionales para el tratamiento de la suspensión o expulsión, solicitó que se votara si el cuerpo legislativo aprobaba o no la posibilidad que haya abstenciones. A partir de esta solicitud se desató un verdadero cruce de chicanas políticas que termino con un recito vacío.