FUENTE VIA PAIS
Los medios locales de Carrilobo aseguran que, si bien no es el primer caso en la región, el debut de los Clara Michelutti fue toda una novedad en el pueblo. Por eso, Vía Córdoba habló con Melina Michelutti, mamá de los trillizos “cebollitas” para que nos cuente cómo fue ese momento.
SUS PRIMEROS PASOS EN EL FÚTBOL PERO CON UNA FAMILIA APASIONADA CON LA PELOTA
Lucio, Mateo y Tomás tienen solo cuatro años y debutaron en la categoría “Cebollitas” de Alianza de Carrilobo. Al respecto, Melina detalló que se trata de una familia muy futbolera a la que siempre le atrajo el deporte.
“A nosotros siempre nos gustó el fútbol, el papá sigue jugando, su hermano también juega. Cuando nos enteramos de que eran tres varones, nos pusimos muy contentos y la gente, incluso, nos hacía alusión con el tema del fútbol”, recordó Melina.
Melina asegura que los trillizos disfrutan de dos cosas: “la pelota y el campo”. “Todos los días se levantan y preguntan si hoy tienen fútbol”, manifestó.
En la misma línea, contó: “El primer partido lo jugaron entre el mismo equipo y ellos estaban en diferentes grupos. Sin embargo, vos te descuidabas y ellos estaban juntos. Funcionan en patota, tienen hambre, sed, todo al mismo tiempo, así que cuando juegan lo hacen juntos”.
UN TRABAJO A TIEMPO COMPLETO
Los estudios indicaban que Melina y Javier Clara iban a tener mellizos. Sin embargo, un último control los sorprendió y les confirmó que se trataba de tres varones. “Nos impactó muchísimo. Dos no, porque en la zona hay muchos mellizos, pero tres era todo un suceso”, expresó la mamá.
En este contexto, rememoró la etapa del embarazo y aseguró que no fue un proceso sencillo. Detalló que, junto a su pareja, se instalaron en Córdoba previo al parto y tuvieron que separarse de sus otros hijos: Máximo (11) y Emilia (7), quienes quedaron con sus abuelos en Carrilobo.
Lucio, Mateo y Tomás nacieron el 12 de julio de 2018 y si bien tuvieron que quedar internados por algunos meses, volvieron con sus padres a Carrilobo en septiembre. Ya instalados en su localidad, los médicos pidieron que solo tengan contacto con sus padres.
Así fue como Melina y Javier tuvieron que afrontar solos una paternidad y maternidad triple. Aunque, con el tiempo supieron cómo controlarlo. “Teníamos un cuaderno, con un cuadro que tenía el nombre de los tres y ahí escribíamos todo lo que hacíamos: horario de mamaderas, de cambio, de pañal, jarabes. Era un resumen de los días para evitar olvidarnos y confundirnos”, reconoció.